El exministro de Economía, Domingo Cavallo, volvió a referirse a las restricciones cambiarias en su blog personal, al señalar que “el Gobierno parece sugerir que el cepo no se levantará durante 2025 e incluso que puede seguir en 2026”. Además, advirtió que estas trabas dificultan la refinanciación de la deuda en dólares y, al mismo tiempo, facilitan la de la deuda en pesos.

El Gobierno habla cada vez menos de levantamiento del cepo cambiario. Esto se debe, según Cavallo, a que “teme que si se llevara a cabo probablemente se produciría un salto devaluatorio del tipo de cambio que se aplica a las importaciones y a las exportaciones, con su consecuente impacto sobre los precios y la tasa de inflación”, una de las banderas de esta administración.

Sin embargo, el diagnóstico de Cavallo es que al Gobierno “le conviene adelantar la liberalización y reunificación del mercado cambiario, aun arriesgando un salto devaluatorio”, a pesar de la aceleración de los precios. Además, completa que “el salto cambiario que ello supondría, lejos de reintroducir inflación galopante, puede marcar el inicio de un plan de estabilización definitivo, basado en la institucionalización de un sistema cambiario y financiero de competencia de monedas capaz de sostenerse indefinidamente en el tiempo”.

“Este plan conseguiría no sólo la eliminación total de la inflación sino también una fuerte reactivación de la economía”, aseguró el exministro de Economía de la convertibilidad.

Radiografía de la actualidad

En el informe de Cavallo, se destaca que la inflación tras varios meses está estabilizada entre 3% y 4% mensual y que el Gobierno espera que continúe ese sendero de desaceleración hasta niveles inferiores al 1% mensual hacia mediados de 2025.

En cuanto a la actividad económica, señaló que “muestra signos de recuperación, lenta pero alentadora” tras el tocar un piso en marzo, ya que se comienzan a recuperar los ingresos reales de trabajadores y jubilados, así como también a aparecer el crédito al consumo. “Además, el gobierno ha comenzado a avanzar hacia la apertura de la economía eliminando impuestos distorsivos y restricciones a las importaciones”, agregó.

Durante 2024, además, para Cavallo, el equilibrio fiscal de 2024 parece “estar asegurado”. Para eso, cita un trabajo del Ieral de la Fundación Mediterránea y menciona que fueron determinantes dos factores: la reducción de los gastos primarios y de los intereses de 3,3% a 1,8%. Los intereses que deben pagarse, para éste último, por la deuda en pesos son “relativamente bajos” tanto en lo que resta del año, que representan unos u$s584 millones; como para todo el 2025, que estima en u$s1.261 millones. Sin embargo, los más significativos son los intereses de la deuda en dólares. Son u$s1.857 millones en lo que resta de 2024 y u$s8.947 millones en 2025. Pero, aun así, como porcentaje del PBI siguen por debajo del 1,5%, por lo que son “perfectamente compatible con el equilibrio fiscal”.

Según Cavallo, el cepo dificulta la refinanciación de la deuda

El ex ministro de Economía menciona que para cumplir con el pago de intereses en dólares, además de recaudar los recursos fiscales, será necesario que el Banco Central compre reservas suficientes como para poder vendérselas al Tesoro. Además, añade que, más allá del pago de intereses, para evitar el default de la deuda será necesario conseguir refinanciar los vencimientos de capital, tanto en pesos como en dólares.

“Parece paradojal, pero la existencia del cepo cambiario y financiero, que facilita la refinanciación de la deuda en pesos a vencer a lo largo de 2025, al mismo tiempo dificulta la refinanciación de la deuda en dólares por caída de las reservas y mantenimiento del riesgo país a niveles muy altos. Dificultades para refinanciar la deuda en pesos puede llevar a la necesidad de flexibilizar la política monetaria. Dificultades para refinanciar la deuda en dólares puede llevar a un default”, analizó.

En orden, Cavallo insistió en que por eso cree que el Gobierno debe convencerse de que a pesar del salto inflacionario, la liberación del cepo puede “marcar el inicio de un plan de estabilización definitivo”.

Sobre el tipo de cambio, en particular, el ex funcionario plantea que el real calculado para la cotización en el mercado oficial estaba en julio “por debajo del nivel que alcanzó inmediatamente luego de la unificación y liberalización dispuesta por el gobierno de Macri en diciembre de 2015 y del que recuperó cuando comenzaron las devaluaciones de principios de 2018″, mientras que calculado por el CCL está en el nivel que tenía en 2014.

“La apreciación del peso en el MULC es consecuencia de que el tipo de cambio oficial es una variable clave de la estrategia de desinflación, acompañando al severo ajuste fiscal y monetario”, dice. Asimismo, admite que la devaluación del 2% mensual juega un papel central en la desaceleración de la inflación y destaca que hubo una apreciación “muy notable” en el mercado CCL, que “no es fruto de un movimiento de capitales libres” sino de la intervención que hace el Banco Central.