Primero, la expresidenta reapareció en La Matanza, pegadito al agite con el operativo clamor de La Cámpora. Y finalmente el propio Máximo Kirchner, como presidente del PJ bonaerense, logró encolumnar a varios intendentes y dirigentes tras el objetivo rearme del kirchnerismo duro. Y ayer, la rueda hacia “vamos a volver” comenzó a gira de nuevo: Cristina Fernández de Kirchner pateó el tablero y aceptó la convocatoria para dirigir el PJ nacional. Y aunque el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, delfín de Axel Kicillof, todavía no ha bajado su pretensión de conducir el peronismo, la expresidenta tiene serias chances de ser la elegida para conducir las riendas del partido y forjar el futuro del peronismo.
Cristina anunció ayer que aceptará la convocatoria para presidir el PJ con el objetivo “debatir en unidad”, aunque aclaró que esa confluencia necesita “dirección y proyecto para construir el mejor peronismo posible en una Argentina que se ha vuelto imposible para la mayoría de sus habitantes”.
Con esta candidatura de Cristina, el kirchnerismo duro busca reposicionarse en la interna y marcarle la cancha al gobernador bonaerense, Axel Kicillof que busca cortarse solo. Tras largos meses de comentarista de la realidad, Cristina Kirchner se abriría paso otra vez en la política grande y desde el PJ buscaría convertirse en la arquitecta electoral del peronismo.
La señal de largada la dieron el senador, Eduardo “Wado” de Pedro, y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, con una misma línea argumental: es tiempo de que una mujer conduzca por primera vez el PJ.
No es casual que la campaña se haya iniciado desde la cúpula de La Cámpora. En medio del fuego amigo que viene recibiendo la agrupación por comportamientos sectarios, Cristina busca dar el mensaje de que sus verdaderos herederos políticos son ellos, empezando por su primogénito, Máximo Kirchner.
Después de que Wado de Pedro y Mayra Mendoza pidieran por Cristina en el PJ, fueron llegando las adhesiones en cascada. En este sentido, José Mayans reveló una charla íntima que tuvo días atrás con CFK, en la que también participaron Di Tullio y Fernández Sagasti.
“Cristina me dijo que está con ganas de ser presidenta del PJ, dice que hay mucha gente sufriendo y que hay que reparar todo eso”, reconstruyó el jefe del interbloque de Unión por la Patria en el Senado.
‘Si a todos les parece, yo no tengo ningún problema, estoy bien de salud, estoy con ganas de ir a todo el país. Estoy con muchas ganas de trabajar, hay mucha gente sufriendo y en este momento hay que reparar todo eso’, citó el formoseño presuntos textuales de CFK.
Durante sus dos mandatos como presidenta, Cristina siempre se rehusó a formar parte de la orgánica del partido. Nunca le interesó, al punto que recién puso pie en la sede del PJ en 2019, cuatro días antes de revelar a través de un tuit que sería candidata a vicepresidenta. Ahora aceptó el desafío.
La conducción del PJ se encuentra vacante desde la renuncia del expresidente Alberto Fernández, que se apartó del cargo el 14 de agosto último debido al escándalo con Fabiola Yañez.
Día D por la condena
La Cámara Federal de Casación penal convocó a una audiencia para el próximo 13 de noviembre para dar a conocer su decisión en la causa Vialidad en la que está condenada Cristina por delitos con la obra pública.
> La puja interna en el bastión K
De una un otra forma, Cristina Kirchner busca recuperar la hegemonía en su principal bastión territorial e identitario, y por eso reapareció la semana pasada en La Matanza, corazón del conurbano bonaerense.
En La Cámpora ven con preocupación y desconfianza la construcción política nacional que está desarrollando Axel Kicillof desde la provincia de Buenos Aires, y por eso están apurando la vuelta de Cristina. Se trata en definitiva de una puja de poder interno dentro del kirchnerismo: el hijo de la expresidenta considera que el mandatario bonaerense adelantó los tiempos del armado de su proyecto presidencial, y además lo hizo sin pedirles permiso. Kicillof afianzó vínculos con intendentes que se la juegan por él y enfrentan a La Cámpora discursivamente.
> Críticas a Milei por la violencia y ajuste
Sobre Javier Milei, Cristina sostuvo que ‘aquel presidente que, en febrero, definimos como un “showman economista en la Rosada” no sólo vocifera e insulta desde el escenario en forma cada vez más agresiva, violenta y soez a todo aquel que exprese una opinión diferente a la suya, sino que, además, avanza a hachazos sobre jubilados, universidades y hasta hospitales de salud mental’, añadió. Y sostuvo que “la figura del Presidente gritando y agraviando a diestra y siniestra, generara un clima de violencia generalizada que atraviesa todas las capas de la comunidad”. Al hacer una lectura del presente, graficó que “hoy el peronismo sólo gobierna 5 de las 23 provincias y perdió la mayoría en la Cámara de Senadores; siendo esta una situación de pérdida de representación institucional inédita”.