La vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, salió con un decreto a parar el escándalo en el Senado por el aumento autómático de las dietas y prorrogó el congelamiento de las ingresos de los legisladores que venció el pasado 31 de diciembre hasta el 31 de marzo.
Lo hizo luego de recibir el visto bueno del bloque de La Libertad Avanza y el resto de los dialoguistas como el Frente Renovador de la Concordia, PRO, UCR y Las Provincias Unidas al que no se plegó, el bloque K de Unión por la Patria y los dos santacruceños. Sentencian que la medida es “irregular” que correspondía “que el cuerpo lo decida
‘Es mi intención que el Senado acompañe al pueblo argentino en el esfuerzo que está haciendo’, dijo Villarruel en su cuenta de X. Horas antes, hubo un fuerte revuelo en los medios y las redes sociales porque se daba confirmado el aumento en las dietas de los senadores que llevaba sus ingresos por todo concepto a más de 9 millones de pesos.
La polémica surgió luego de que se engancharan al aumento para los trabajadores del Senado en abril del 2024 sobre el final de una sesión. Concretaron aquella acción con una votación a mano alzada y sin debate.
Si bien el congelamiento rigió hasta la semana el martes pasado, tenían tiempo hasta tercera semana de enero para expedirse, momento en el cual empieza la rendición de sueldos como es habitual en el sector público y privado. Con el congelamiento hasta finales de marzo, ya en período ordinario, los senadores continuarán percibiendo $4,5 millones. De no haberse concretado la maniobra de Villarruel, luego de haber reunido el consenso con los titulares de las bancadas, habrían cobrado más de$ 9 millones en febrero.
Las dietas de los senadores aumentaron 400% en abril cuando se aprobó un sistema de actualización que llevó los sueldos de $ 1,9 millones a $ 7.867.171 en bruto. En el bolsillo les quedan $ 4,8 millones. Ahora, el enganche automático es lo que se quiere someter a debate.