Unos 200 policías, con 40 móviles, perros entrenados, caballos y tres drones. También baqueanos y bomberos voluntarios de la región. Todos con el mismo objetivo: dar con el pequeño hijo de una familia de origen boliviana, Lian Gael Flores Soraide, de 3 años, que se perdió alrededor de las 15 del pasado sábado 22 de febrero. Por ahora, ese intenso rastrillaje, sin éxito, se instaló en la zona aledaña a la casa del niño, en Ballesteros Sud, una localidad rural situada a unos 180 km al sudeste de la capital de Córdoba. Allí, la familia del nene trabajaba en una precaria fábrica de ladrillos. El rastrillaje se realiza en una amplia zona con cultivos de soja y maíz, con dificultosa visibilidad. Los pesquisas no descartan que el niño hubiera desaparecido porque alguien se lo llevó. Una versión investigada habla de una camioneta blanca y el propio padre del menor no descarta una supuesta ‘venganza’, dijeron fuentes de la investigación.