El consumo de carne vacuna en la Argentina sufrió una caída a niveles históricos pero ahora parece mostrar señales de recuperación. Según un informe de la consultora del especialista Andrés Costamagna, reveló que durante julio se registró un aumento en las ventas tanto en carnicerías barriales como en los super.
Este repunte, cercano al 10% en los últimos dos meses, elevó el consumo a un ritmo de 51 kilos por persona por año, pero se mantiene lejos del récord histórico de casi 80 kilos por persona por año. No obstante, el incremento en la demanda no vino solo, ya que en julio el precio promedio de la carne experimentó un alza del 5%, una suba moderada en comparación a otros sectores.