El gobierno nacional y figuras del oficialismo y los partidos aliados cuestionaron el paro general de la CGT, al tiempo que lo catalogaron como un “fracaso” y pusieron en duda su nivel de acatamiento.

El primero en expresarse en contra del paro fue el presidente Javier Milei, que en la medianoche del jueves cuando estaba empezando la medida publicó en su cuenta de X: “Yo no paro”. Fiel a su estilo, el mandatario redobló la apuesta y advirtió: “Las convicciones no se negocian”.

Por su parte, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reclamó: “Que se dejen de joder y vayan a trabajar”.

“La idea es que la gente tenga la libertad para trabajar y que ningún mafioso la pueda interrumpir”, señaló la funcionaria, que dijo que las fuerzas federales iban a estar a disposición en caso de que hubiera cortes o bloqueos de calles.

Bullrich fue protagonista de un episodio que se viralizó durante la jornada, ya que intentó viajar en colectivo y como no tenía SUBE, una persona le prestó una pero no tenía saldo para pagar el pasaje. “No tiene saldo, viejo, sos un caradura”, indicó Bullrich en tono de broma al ver la leyenda “Saldo insuficiente”.

El vocero presidencial Manuel Adorni calificó en su habitual conferencia el paro nacional como “un atentado contra el bolsillo y contra la voluntad de la gente”. “Este es un paro que daña y le complica la vida a muchísima gente”, dijo el portavoz.

> El costo del paro
El Gobierno sostuvo que el paro le cuesta al país casi un billón y medio de pesos. Esto equivale a “1.758.742 canastas básicas”. Además, representa “5.228.643 jubilaciones mínimas”. A nivel de la producción agropecuaria equivale a “266.702.804 kilos de carne”.