En la recta final de las negociaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI), se analiza la posibilidad de que el organismo apruebe un desembolso inicial mayor al previsto, en un contexto marcado por la caída de los mercados internacionales y la necesidad urgente del Banco Central de reforzar sus reservas.

Según fuentes cercanas a las conversaciones, que por ahora transcurren en un plano informal, se discute un primer giro de entre USD 10.000 y USD 12.000 millones, por encima de los USD 8.000 millones que había sugerido públicamente el ministro de Economía, Luis Caputo. Esto se da en el marco de un programa total de USD 20.000 millones que aún está en etapa de definición técnica.

La presión para lograr un acuerdo rápido se acentuó esta semana luego de una nueva intervención del Banco Central en el mercado de cambios, que derivó en una pérdida de más de USD 600 millones de reservas. A esto se suma el golpe de la coyuntura externa: la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos generó una ola de incertidumbre que arrastró a las acciones argentinas —algunas con caídas de hasta el 12% en Wall Street— y empujó el riesgo país por encima de los 900 puntos básicos.

Mientras tanto, desde el FMI hay consenso general entre los países miembros para asistir a la Argentina, aunque persisten algunas reservas respecto a la alta exposición que ya representa el país, el principal deudor del organismo con un historial de USD 41.000 millones prestados. El calendario del nuevo acuerdo prevé compromisos por USD 14.000 millones hasta 2029, por lo que cada nuevo desembolso implicará deuda adicional.

En una reunión informal del Directorio del Fondo celebrada el 25 de marzo se barajó la posibilidad de habilitar un desembolso de hasta USD 15.000 millones, aunque la propuesta no prosperó. La decisión final podría acelerarse la próxima semana, cuando se concrete un nuevo encuentro técnico entre los países miembros.

El presidente Javier Milei, junto con Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, difundió esta semana un mensaje de la congresista estadounidense María Elvira Salazar —afín a Milei— en el que solicita al Tesoro norteamericano respaldar el programa libertario y autorizar un primer giro equivalente al 75% del total, es decir, USD 15.000 millones.

La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, consideró “razonable” la solicitud argentina, en función del esfuerzo fiscal y monetario ya implementado. Desde el Gobierno insisten en que el acuerdo no solo servirá para reforzar las reservas, sino también para avanzar con una futura apertura del mercado cambiario.

Además del FMI, el Ejecutivo también explora otras alternativas para obtener divisas, como nuevos REPO con bancos internacionales y el refinanciamiento del swap con China, cuyo tramo de USD 5.000 millones vence entre junio de este año y julio de 2026. Pero, para que estas opciones se vuelvan viables, el cierre del acuerdo con el Fondo aparece como condición ineludible.