Más allá de las nuevas tensiones del mercado por el anuncio del último viernes de pasar la deuda del Banco Central al Tesoro, que dispararon los dólares financieros y catapultaron al blue ayer hasta los $1.430, el programa económico de Javier Milei, que lleva como bandera el superávit fiscal, presenta “serias dificultades para sostenerse en los meses por venir”.

Según evaluó un informe del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), “los riesgos de un programa económico supeditado a la continuidad del superávit fiscal, se manifiestan de manera cada vez más evidente”, señalando como ejemplos a “las tensiones cambiarias a las exigencias perentorias del FMI, pasando por la imposibilidad de seguir reduciendo gastos en el marco de una actividad económica que no para de caer”, por lo que aseveró que “el modelo de Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, se tambalea”.

Entre los reparos que puntualiza el estudio para la continuidad del superávit fiscal, hace hincapié en el gasto previsional alertando que seguir “licuando las ya golpeadas jubilaciones, encuentra límites de cara a la segunda mitad del año”.

Al respecto, señaló que cuando la inflación se acelera, los haberes profundizan su caída real. Así lo dejó reflejado al comparar la evolución del gasto en dicho concepto, ya que en enero y febrero registró una caída real del 38%, mientras que en mayo la merma se redujo al 16%, coincidiendo con la desaceleración del IPC en los últimos meses. Además, estimó que “suponiendo que el proyecto para una nueva fórmula de movilidad jubilatoria impulsado por toda la oposición y que cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados no tuviese éxito, las variaciones interanuales para el resto del año deberían ir convergiendo a la diferencia de 8,1% que se perdió en el empalme con la fórmula impuesta vía DNU por el presidente”.

La recaudación aparece como otro de los aspectos en los que se apoya el resultado fiscal y sobre el que siembra dudas el informe, que en el mes pasado le ganó a la inflación con la ayuda del cobro adelantado del impuesto a las ganancias, pero “sin este empuje extraordinario y si supusiésemos una recaudación acorde al promedio de los primeros meses del año, la misma hubiese profundizado su sendero bajista y el superávit no hubiese sido suficiente para cubrir el pago de intereses de la deuda del período”.

El análisis considera que “al gobierno se le empieza a dificultar mantener gastos pisados como sucedió a principios de año, por el implícito período de gracia con el que contó al principio del gobierno” e indica que “los ingresos, más allá de partidas excepcionales, no reflejarían una sustancial mejora a cuentas de la caída de la actividad económica”.

Al poner la lupa en el comportamiento del mercado cambiario y partiendo de la premisa del Ejecutivo sobre que “la suerte de la inflación es la suerte del resultado fiscal”, desde el Isepci advierten que “si a la inflación no le va bien y no cumple los objetivos de reducción, bajo este esquema de devaluación mensual fijo al 2%, las dudas sobre la competitividad del tipo de cambio serán cada vez mayores”. A todo esto hay que agregarle las dudas por la “fase 2” del plan con traspaso de la deuda del Banco Central al Tesoro.

>El récord del blue
El dólar blue subió $25 ayer en la city porteña y cotizó al cierre a $1.430, alcanzando de esta manera un nuevo valor récord para la venta. En tanto, el dólar oficial cerró a $933. Los dólares financieros cotizaron a $1.428.

TRASPASO DE DEUDA

> “Es un plan Bonex con otro nombre”

El anuncio que hicieron el ministro Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, se trata de “una especie de Plan Bonex, pero con otro nombre”, advirtió el exviceministro de Economía Orlando Ferreres.

“El viernes se anunció una especie de plan Bonex para los bancos, con otro tipo de nombre, pero se pasa deuda del BCRA al Tesoro”, señaló el consultor.

Explicó que “eso es lo que no gustó a los mercados. El Gobierno pensó una mejor reacción con la salida de la ley Bases y el Paquete fiscal. No salieron muy contentos los bancos al ver que era una obligación ineludible”.

Sobre el riesgo de la medida para los depósitos, aclaró que “no como la otra vez”, pero alertó que “hay un riesgo”.

Para este plan Economía emitirá una letra para “llevar adelante la medida igual que como se venía haciendo con los pases”. El objetivo es ir hacia la no emisión para fortalecer el peso.

El Bonex fue un plan económico impulsado por Carlos Menem en diciembre de 1989 y consistió en el canje forzoso de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos denominados Bonex 89.