El Gobierno nacional defendió el aumento de las retenciones a la soja, cargó las culpas sobre un sector del campo al que identifica con el macrismo e interrumpió el diálogo con la Mesa de Enlace.
Si bien en la Casa Rosada no esperaban una reacción de esta magnitud, ya que estaban en conversaciones con el sector, advirtieron que no habrá marcha atrás con la decisión que motivó la medida de fuerza contra la administración del presidente Alberto Fernández.
Sin una definición sobre cuál será el próximo paso, cerca del Presidente deslizaron que si la protesta crece en las próximas semanas será responsabilidad de la Mesa de Enlace y destacaron que el Gobierno sólo cumplió con la ley de emergencia, que sancionó el Congreso en diciembre pasado.
"Ellos saben que tenemos razón, este tema está terminado", dijo el jefe del Estado, después de enterarse del anuncio de la Mesa de Enlace. En su entorno apuntaron contra el exministro de Agricultura de la era macrista, Luis Miguel Etchevehere, a quien la atribuyen las protestas de los llamados "autoconvocados".
"Ya negociamos. Sólo que ellos quieren ganar siempre", fue la frase de un importante funcionario para explicar la decisión presidencial. "Representan los intereses del campo más concentrado y no era raro que empezaran a boicotear al gobierno de Alberto. ¡Son insaciables, se llenaron de plata! Son los responsables del desastre económico en el que hoy está el país", sostuvo el senador Oscar Parrilli, cercano a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El Gobierno, que dio por finalizadas las negociaciones con el campo, obtuvo el respaldo de una de las caras visibles de la lucha rural de hace 10 años, el expresidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, quien calificó como "lamentable la decisión de ir al paro".
Según fuentes de la Casa Rosada, Fernández se enteró de la medida mientras viajaba hacia Olivos y luego habló del tema con sus funcionarios de confianza.
En esas conversaciones se analizó si había margen para volver a reabrir la discusión. "Ya fue discutido. Oímos sus preocupaciones y cumplimos con la ley. Los que no quieren cumplirla son ellos", indicó un funcionario clave en diálogo con Clarín.