El joven de 24 años detenido tras haber sido identificado en una rueda de reconocimiento por el crimen de un niño de 4 años y el abuso sexual de su madre en una playa de la localidad santacruceña de Puerto Deseado, fue trasladado a una sede policial de la ciudad de Caleta Olivia para evitar una posible reacción de los vecinos y el juez del caso prevé indagarlo en los próximos días, mientras se resuelve la situación del otro sospechoso menor de edad. El detenido tiene 24 años y posee antecedentes penales, ya que había sido demorado el mes pasado en el marco de otra causa tras haber sido denunciado por la "tentativa de homicidio" de un familiar suyo también menor de edad, pero la Justicia lo liberó.
El juez de instrucción de Puerto Deseado, Oldemar Villa, tiene un plazo de diez días hábiles para indagar al sospechoso, quien en principio está acusado de los delitos de "rapto, abuso sexual con acceso carnal, tentativa de femicidio (en el caso de la mujer) y homicidio (en el caso del niño de 4 años)". El joven quedó formalmente detenido anoche, luego de una rueda de reconocimiento en el que la víctima lo identificó como la persona que el jueves último la raptó junto a otro joven cuando caminaba por la playa Cavendish para luego abusar sexualmente de ella, golpearla y finalmente llevado cautivo a su hijo, a quien asesinaron a golpes en la cabeza. Ese mismo joven ya había sido demorado el mismo viernes, horas después del hecho, pero el juez Villa decidió liberarlo porque no había logrado obtener elementos probatorios. Sin embargo, horas después apareció una hermana de este sospechoso y le contó a los investigadores que su hermano le había confesado el crimen y la violación, por lo que el juez volvió a demorarlo y finalmente ordenó su detención. Al momento de ser demorado por primera vez, el ahora detenido presentaba algunas heridas cortantes que pueden ser de defensa de la mujer violada, dijeron los investigadores. Respecto a sus antecedentes, el joven ya había sido demorado el mes pasado, cuando fue denunciado por haber querido asesinar a golpes a un niño, integrante de su familia; permaneció demorado algunas horas, pero finalmente el juez ordenó su liberación, a pesar de que sigue siendo investigado por ese hecho.
Autopsia
El cuerpo del menor fallecido, en tanto según fuentes de la Justicia santacrceña, fue llevado a la morgue judicial de Puerto Deseado, donde fue sometido a una autopsia que determinó que falleció como consecuencia de "múltiples traumatismos" en el cráneo provocados por un objeto contundente.
"No me acuerdo", la defensa del detenido
""No me acuerdo", eso es lo que repetía cada vez que iba preso. Se escudaba en la enfermedad".
La frase se la dijeron a Clarín los investigadores del caso que conmociona a la localidad santacruceña de Puerto Deseado cuando detallaron parte de los antecedentes del único detenido y que incluyen abusos, agresiones, disparos a vecinos y hasta un intento de homicidio.
El hombre sufre esquizofrenia pero para el juez de instrucción de Puerto Deseado, Oldemar Villa, la enfermedad que padece el único detenido "no lo convierte en inimputable" y eso será materia de investigación. Por lo pronto, se conoció que entre los antecedentes penales que tiene, figuran "varios abusos, agresión a sus padres y hasta le disparó a un vecino", aunque uno de los más graves ocurrió hace un mes.
El sospechoso fue demorado en enero luego de haber sido denunciado por la "tentativa de homicidio" de un chiquito integrante de su familia: lo quiso matar a golpes. Pese a ello, tras permanecer unas horas demorado, la Justicia lo liberó aunque lo sigue investigando por ese hecho.
Según las fuentes consultadas por Clarín, cada vez que lo arrestaban decía lo mismo: "Se escudaba en la enfermedad y alegaba que no se acordaba de nada".
Mientras tanto, el detenido ahora permanece en una sede policial de Caleta Olivia. A esa ciudad, que queda a unos 214 kilómetros al Norte de Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, fue trasladado este domingo a la madrugada. Se espera que en las próximas horas los investigadores puedan hablar con el sospechoso y de ahí tomar una determinación sobre su futuro judicial.