En medio de la batalla con los holdouts, el Congreso se dispone a dar este jueves el primer paso para establecer la inmunidad de los depósitos de bancos centrales extranjeros ante posibles fallos dictados por tribunales nacionales, y a cambio obtener igual trato.
Se trata de un proyecto de ley del Poder Ejecutivo, que cuenta con el apoyo de la oposición, cuyo objetivo principal es evitar embargos de fondos del Banco Central (BCRA) en cuentas del exterior. Es que la ley que se quiere aprobar condiciona la intangibilidad de los fondos de bancos extranjeros en Argentina a la firma previa de una cláusula de reciprocidad con la Argentina.
El proyecto está pensado como una señal política hacia el conjunto de países que apoyan a la Argentina en la puja con los fondos buitres y sobre todo ante el posible pago de la deuda con el Club de París. Y será el Senado el que este jueves buscará darle impulso al proyecto.
La comisión de Economía Nacional e Inversión del Senado convocó a una reunión para mañana con el fin de emitir dictamen y tratar ese mismo día en sesión ordinaria. Desde la Cámara alta confirmaron que hay acuerdo entre el kirchnerismo y la oposición para que este jueves se reúna por la mañana la comisión de Economía, que preside Laura Montero (UCR), para emitir el despacho definitivo y tratarlo esa misma tarde sobre tablas.
El proyecto consiguió despacho de la comisión de Relaciones Exteriores la semana pasada. Tras la reunión, el senador sanjuanino Ruperto Godoy (FPV), titular de ese cuerpo, explicó que la medida surgió tras la cumbre del G77+China, donde “hubo un apoyo muy fuerte al planteo de la Argentina”, que exige ante la demanda buitre que se le permita cumplir con los acreedores que entraron a los canjes de deuda de 2005 y 2010.
En diálogo telefónico con DIARIO DE CUYO, el senador nacional, dijo que esta iniciativa surge porque en ‘la legislación de nuestro país hay un vacío legal’, ya que no está contemplada la situación ‘de los activos de bancos extranjeros’ en Argentina.
‘Vista la realidad que estamos viviendo, en donde el G-77+China le solicitó al juez Griesa, a la Corte norteamericana y al Departamento de Estado que reconsidere el planteo argentino frente a los fondos buitres, entendemos que este proyecto sirve para darles seguridad a los bancos centrales de otros países a cambio de establecer convenios de reciprocidad para poner a resguardo nuestros activos”, explicó Godoy.
El texto del proyecto dicta la “inmunidad” de “bancos centrales extranjeros o autoridades monetarias” ante la jurisdicción de tribunales argentinos. Aunque la clave está en el artículo 3°, que condiciona esta inmunidad al previo acuerdo que ofrezca la misma protección a los activos del BCRA en el país con el que se alcance el convenio.
“La inmunidad mencionada (à) será aplicable en la misma medida en que los activos del Banco Central de la República Argentina (à) gocen de inmunidad conforme la legislación del país al cual pertenece el Banco Central extranjero o la autoridad monetaria extranjera de que se trate”, aclara el texto.
“Si Canadá quiere que los activos de su Banco Central sean inembargables en la Argentina, deberá ofrecer lo mismo a los fondos del BCRA en su jurisdicción”, resumió una fuente parlamentaria. En los fundamentos del proyecto, se recuerda que el propio BCRA “en los últimos años se vio expuesto a desafíos judiciales en tribunales de diversas jurisdicciones”.
El juez Thomas Griesa intentó embargar en 2005 U$S100 millones que el BCRA tenía depositado en la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED), algo que la Cámara de Apelaciones norteamericana finalmente terminó bloqueando, decisión que la Corte Suprema de ese país se negó a revisar.
En esa causa, en la que intentaba que el Estado argentino cumpla con una demanda de los mismos fondos buitre que hoy jaquean a la Argentina, Griesa impulsó la idea de que el BCRA oficiaba de “alter ego” de la Argentina, por lo que sus fondos podían ser embargados.
El proyecto del Ejecutivo ingresó al Senado el miércoles 25 de junio, cuando el ministro de Economía, Axel Kicillof, estaba en la ONU en la cumbre del G-77 explicando la posición argentina de querer cumplir con los holdouts sin entrar en default con los bonistas reestructurados.