María Eugenia Vidal incorporó -esta tarde, en la apertura de sesiones de la Legislatura bonaerense- por una tangente del conflicto, a las puertas de una huelga, la necesidad del aprendizaje de robótica en las escuelas para el ingreso a la modernidad con “una reforma profunda del sistema” que incluye “presentismo” y que evite la toma de alumnos como “rehenes” en cada discusión paritaria.
La Asamblea Legislativa bonaerense fue el ámbito institucional que la gobernadora eligió para confrontar estrategia con los gremios docentes. Intentó situarlos en un apremio político. En pocas horas deben decidir si el lunes hay clases o paro. Por eso, Vidal intuyó esta variante de último momento: “Alguno podría decir: ¿Cómo van a invertir en robótica con lo que todavía falta para mejorar los edificios de las escuelas o en medio de la discusión de las paritarias docentes?, dijo a la audiencia parlamentaria y de funcionarios.
El discurso de Vidal generó controversia en el propio recinto de la Legislatura, con tramos abucheados por legisladores kirchneristas y por representantes de los docentes y que generaron una suerte de duelo con las barras de Cambiemos que trataban de tapar los abucheos con aplausos.
“Y es justamente eso lo que quiero que discutamos”, respondió por si hacía falta. “No en los próximos días solamente para resolver el inicio de clases ni tampoco en las próximas semanas, es todo el tiempo que sea necesario hasta ponernos de acuerdo sobre la reforma profunda que necesita nuestro sistema educativo. No podemos seguir dialogando sobre qué es lo mejor para los chicos pensando que para eso hay una fecha límite”, insistió. La referencia es al lunes 5 de marzo, a manera de gatillo percutado sobre el gobierno, según su apreciación aclamada entre aplausos de platea.
“Menos aún si tomamos que esa fecha es el comienzo de clases que pone de rehenes a los alumnos y que cada febrero hace que los padres sigan sufriendo la incertidumbre de no saber si van a empezar las clases a tiempo o no”, resultó la advertencia.
El recinto de la Legislatura, para esa altura de la exposición, revelaba la coloratura oficialista de las bancas. En Diputados Cambiemos está a tres bancas de mayoría absoluta, y en el Senado hasta quórum propio dispone el macrismo. Resultó el capítulo perlado del discurso de Vidal, donde abundaron citas sobre modificaciones al Código Procesal Penal, combate legal al narcotráfico e inclusión social a través de planes barriales.
Pero la urgencia es en apenas cuatro días. Hay 4,7 millones de alumnos que estudian en los 16.000 establecimientos educativos e involucra a 282.000 maestros y 86.000 auxiliares. Todo el sistema está en vilo. El tironeo es por el 15% de aumento que ofrece Vidal y un ajuste que acerque al 19,5% que pretenden los sindicatos.
“Dialogamos con los 36 gremios que representan a todos los trabajadores estatales de la provincia de Buenos Aires. Ninguno tiene una fecha límite. No puede ser sólo el salario lo que tenemos que discutir”, mencionó en su discurso Vidal. En ese punto incorporó la robótica como revulsivo de la larga discusión. “A partir de este año hemos decidido incorporar robótica en todas las escuelas primarias, llegando a 1 millón de chicos en 2019. Esto les va a ayudar a aprender matemática y lógica, pero también a prepararse para un mundo donde no manejar tecnología no es una opción”. Agregó que el año pasado instalaron 3 mil kits de robótica en 589 escuelas.
“Empecemos por reconocer una realidad dolorosa y que nos interpela: desde hace años cada vez más familias eligen la escuela privada, no la pública. Y no son las familias de mayores ingresos, porque las escuelas privadas que más crecen son las de cuotas más bajas”, fue el diagnóstico.
Después surgió guionado un requerimiento virtual: “Frente a los cuestionamientos en estos resultados les pregunto: ¿Por qué las universidades públicas tienen que hacer nivelación antes de empezar a dictar sus cursos regularmente? O ¿por qué nuestra Escuela de Policía debe trabajar comprensión de textos antes de poder iniciar los cursos de capacitación necesaria?”. “¿No es evidente que muchos de nuestros chicos no están aprendiendo?”, reflexionó con la mirada en los palcos.
Acto seguido fue al punto. “Estos problemas no se resuelven sólo con un aumento de sueldo, con inaugurar una escuela o con decir que el aplazo “estigmatiza”. No se resuelven rechazando las evaluaciones, como si no ponerle nombre a los problemas los hiciera desaparecer”. ”No estamos discutiendo que un docente pueda enfermarse, necesite cuidar a su hijo, tenga la licencia por maternidad que le corresponde o se tome vacaciones. Tampoco estamos discutiendo que necesite una licencia para estudiar y perfeccionarse. Estamos discutiendo el abuso, las licencias truchas, el ausentismo del 17% en las escuelas públicas contra el 5% en las escuelas privadas, incluso las que reciben subvención estatal”, castigó.
La gobernadora llamó también a que se lleve adelante “una reforma en la Justicia que nos haga volver a creer, que nos dé respuestas cuando más las necesitamos, que ponga en el centro al que fue víctima y no al victimario”. “Por eso enviaremos a esta Legislatura proyectos de reforma de distintos códigos. En particular, el Código Procesal Penal. No puede ser que una persona acusada de delitos graves pueda recurrir hasta siete veces a la Justicia para que diga si es culpable o inocente y seguir gozando de su libertad. Y mientras tanto, estar en la calle”, agregó.
Vidal también se refirió a la siempre criticada Policía Bonaerense. “En la provincia de la ‘Maldita Policía’, hoy tenemos un jefe de la Fuerza que denunció a su hermano y lo puso preso, tenemos más de 9.000 agentes apartados y más de 600 que por nuestras denuncias e investigaciones terminaron en la cárcel. En la provincia de La Salada, del Pata Medina y de Balcedo, hoy las causas judiciales avanzan. Cerramos dos bingos y tres casinos, y al resto lo licitamos por primera vez en 23 años”, sostuvo.