La puja por el poder en la cúpula central del Frente de Todos, que mantuvo en vilo al país la última semana, se trasladó a la provincia de Tucumán. Es que la pelea interna, a todo o nada, entre el gobernador Juan Manzur y su vice, Osvaldo Jaldo, no sólo es caldo de cultivo para una violencia son control del PJ provincial -que se viene repitiendo desde hace dos años- sino que ahora hay revuelo político porque Jaldo -como lo establece la Constitución provincial- quiere quedarse con la Gobernación cuando Manzur asuma en la Nación como jefe de Gabinete. Y ni el propio Presidente logró convencerlo para que se baje. Hasta cargos nacionales le ofrecieron a Jaldo para que dé un paso al costado y permita a Manzur mantener el control de Tucumán aun cuando asuma como jefe de ministros de Alberto.
Los medios nacionales describen que este inoportuno conflicto político mantiene en shock al Presidente Alberto Fernández, a Sergio Massa y al propio Manzur.
Ninguna de las ofertas que le puso el Gobierno nacional sobre la mesa alcanzó hasta ahora para convencer a Jaldo de ceder en sus pretensiones y permitir que como nuevo mandatario de la provincia asuma alguien que responda Manzur, que se resiste a entregar el control de la provincia. Sabe que puede ser el trampolín que busca su vice hoy convertido en su mayor contrincante para ostentar el poder. Pero también es consciente de que si el Gobierno nacional no logra levantar la derrota de las PASO en noviembre, Manzur podría tener que dejar el Gabinete nacional y volverse a su provincia con un gastado capital político.
De no ocurrir, a Jaldo le quedaría despejado el camino para 2023. No tiene ningún impedimento constitucional para buscar la gobernación dentro de dos años.
Desde la Casa Rosada le ofrecieron a Jaldo asumir en el directorio del Banco Nación y la secretaría de Provincias del Ministerio del Interior. Rechazó ambas propuestas. Incluso fue llamado por Alberto Fernández.
En el sector del peronismo alineado con Jaldo aseguraron que lo único que podría hacerlo revisar su decisión de asumir es que se lo pida Cristina Kirchner, algo que hasta ahora no ocurrió. El vice tiene contacto regular con el cristinista Oscar Parrilli.
En el manzurismo y en el jaldismo coincidieron en un mismo diagnóstico: el vice no aceptaría ni siquiera ser canciller porque lo que quiere es ser gobernador.
"Les guste o no, Jaldo es el vicegobernador y el sucesor natural de Manzur según marca la Constitución provincial", dijeron ayer en su entorno.
Más aún: explicaron que están esperando el ingreso a la Legislatura provincial -presidida por Jaldo- del pedido de licencia de Manzur como gobernador para asumir como nuevo jefe de Gabinete de Alberto Fernández.
"Automáticamente se convocará a una sesión extraordinaria de la Legislatura para autorizar la licencia", agregaron cerca de Jaldo. El pedido de licencia ingresará hoy lunes, anticiparon cerca de Manzur.
En las PASO de hace apenas una semana, la lista apadrinada por el gobernador de Tucumán le ganó por 100.000 votos a la que encabezaba Jaldo como candidato a diputado nacional.
Tras caer derrotado, y en una demostración de que su guerra con Manzur es "a muerte", Jaldo renunció a integrar la lista del Frente de Todos. Con los votos que cosechó se había asegurado entrar en una buena ubicación en la boleta y asegurarse una banca, pero ahora va por más.
- Bullrich pide a Alberto que no intervenga
La presidenta del Pro, Patricia Bullrich, cargó duro contra Alberto Fernández tras la designación de Juan Manzur como jefe de Gabinete. La referente opositora cuestionó las negociaciones del oficialismo nacional para que el vice provincial, Osvaldo Jaldo, no asuma como gobernador de Tucumán.
"Presidente: ofrecer cargos a un vicegobernador electo para que el elegido jefe de gabinete Juan Manzur pueda seguir "controlando" su provincia, es una práctica típica de un poder clientelar. La pagamos con el dinero público y viola la idoneidad constitucional para los cargos", señaló. Y continuó: "Presidente, absténgase de entrometerse en el orden legal sucesorio de la provincia con plata de los argentinos. Es una negociación incompatible con la ética que deberían tener un presidente y un gobernador".
Frente Renovador
En el Frente Renovador de Tucumán se sumaron a la pelea política por la gobernación y criticaron a Juan Manzur por accionar para que Sergio Mansilla sea su sucesor y no el vicegobernador Osvaldo Jaldo, como lo dispone la Constitución provincial.
El voto de la victoria
Tucumán es una de las pocas provincias donde el PJ logró imponerse en las PASO. Cosechó el 48,68% de los votos contra el 35,25 de JxC. La duda que había surgido la semana pasada es qué sucedería con la renuncia de Jaldo a formar parte de la boleta.
Todos contra todos
Juan Manzur debió recurrir a Alberto, Massa y los gobernadores reunidos en La Rioja para que lo ayuden a resolver la crisis institucional de su provincia y en simultáneo ordenó a intendentes y legisladores que salgan a pedir la renuncia de su vice Jaldo.