Aun cuando sus hazañas para liberar a América del dominio español se conocen en todo el mundo no hay material gráfico de la infancia del Gral. José de San Martín y muy poco de su vejez. Sin embargo, el retrato del prócer anciano es a la vez el más fiel, ya que se trata de la única fotografía -daguerrotipo- que le fue tomada al Libertador, dos años antes de su muerte. En realidad son dos tomas hechas en la misma ocasión: en una, San Martín está sentado en la pose habitual de los retratos de la época, un brazo sobre el sillón y el otro dentro del abrigo; en la otra toma, ambos brazos están a la vista.
De esa imagen, de valor documental, partió el artista gráfico Ramiro Ghigliazza, que realizó una reconstrucción visual humanizada del rostro de San Martín hacia atrás en el tiempo. Se trata de una aproximación hiperrealista a sus facciones de los 3 los 70 años, que se expone hasta el 31 de agosto en la Legislatura de Mendoza, primera escala de una gira que la llevará luego por distintas ciudades europeas.
A través de fotos de diversas personas y técnica digital, el artista reprodujo el rostro del Libertador mediante el uso de aplicaciones digitales como el Photoshop y reemplazó cada segmento de la cara tomada de la base de viejos retratos.
Con un exhaustivo trabajo de investigación, Ghigliazza se basó en los testimonios de sus contemporáneos y en la única fotografía existente del general tomada en el año 1848 en París, cuando tenía 70 años de edad. Así logró humanizar la imagen del prócer reconstruyendo su rostro desde su infancia en Yapeyú hasta su muerte en Boulogne Sur Mer, en el norte de Francia.
‘Esa es la imagen más fiel que tenemos de él, por eso pensé: qué bueno sería reconstruir su piel, su textura y a partir de esa imagen hacer un viaje por su vida’, relata el artista en diálogo con Télam acerca de la génesis de este trabajo.
‘La idea es ponerse en la piel de San Martín en todas sus etapas, un viaje en el tiempo hacia su infancia, su etapa de cadete en Murcia, sus batallas, la etapa española que es fabulosa porque además de ser argentino él es universal y referente en todo el mundo’, apunta.
Se trata de 14 obras -a la cual se suma otra preexistente de San Martín como gobernador de Cuyo, por lo cual la muestra está compuesta por 15 piezas- que se pueden apreciar hasta el miércoles 31 de agosto en el salón de los Gobernadores, en la Legislatura de Mendoza.
Una de las diferencias entre los retratos pintados que conocimos y el retrato digital está dada por la forma de las cejas. Los retratistas obviaban detalles que quizás les parecían feos, pero yo los incluyo porque hacen del prócer una persona más interesante, más cercana y más humana’, indica Ghigliazza.
Entre sus rasgos más característicos se destacan la forma de su nariz, una marca muy pronunciada a la altura del entrecejo y una cicatriz en la mejilla izquierda que presuntamente vendría de una herida sufrida por el Libertador en la batalla de San Lorenzo.