Después de descartarse esperanzas por unas llamadas satelitales analizadas desde el sábado pasado, la Armada Argentina informó ayer por la tarde que se estaba investigando “un ruido” detectado en la zona del Atlántico Sur donde se busca el submarino ARA San Juan. Aunque ayer por la noche se descartó que ese ruido provenga del buque subacuático, mientras persistía la incertidumbre y la angustia de familiares.
Ayer por la mañana, la Armada descartó que los siete intentos de llamada detectados el sábado entre las 10 y las 15 hayan provenido del submarino, lo que generó “una angustia muy fuerte” en los familiares de los tripulantes que aguardan novedades en la Base Naval de Mar del Plata.
Voceros de la Armada confirmaron que ayer recibieron los resultados de la investigación de la empresa satelital que estaba analizando las 400 señales radioeléctricas y que “si bien existieron siete intentos, no correlacionan, no corresponden al submarino San Juan (de la Armada)”. El submarino habría tratado de realizar siete llamadas satelitales entre la mañana y la tarde del sábado, había dicho el Ministerio de Defensa.
Pero en la tarde de ayer, el vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, dijo que se analizaba “un ruido constante” que fue percibido por dos embarcaciones y que fue detectado en el área de búsqueda del submarino que permanece desaparecido en aguas del sur argentino, en la zona del Golfo de San Jorge.
Balbi confirmó la existencia de ese ruido y añadió que fue detectado “a la altura de la Península Valdés (Chubut), a 360 kilómetros de la costa, en el borde del talud, donde hay una profundidad promedio de unos 200 metros”.
“Esa zona es la que debería haber tomado el submarino en su ruta a Mar del Plata”, detalló Balbi, quien pidió “ser cautos” con este dato. Pero ayer en la noche cualquier esperanza quedó desvanecida cuando Enrique Balbi afirmó que esos ruidos detectados en forma constante “no provienen del submarino, son ruidos biológicos” y destacó que la búsqueda “continuará hasta dar con el submarino”.
Más temprano, cuando se creía que las señales captadas podrían ser del submarino, Claudio, hermano del maquinista del ARA San Juan, Hernán Rodríguez, había declarado al canal C5N que “estamos muy contentos, más que esperanzados”, aunque se mostró cauto porque “se trata de información no oficial”. “Tenemos mucha fe en que sean los chicos”, se esperanzó el familiar. Sin embargo, las esperanzas se desvanecieron cuando la Armada informó que “no corresponden al patrón de un submarino”.
Por su lado, el presidente Mauricio Macri renovó ayer el compromiso del Gobierno nacional para hallar a la tripulación del submarino “ARA San Juan”, luego de una visita que efectuó por la mañana a los familiares en la Base Naval de la ciudad de Mar del Plata.
“Estuve en la base de Mar del Plata para acompañar y ofrecer todo mi apoyo a los familiares de la tripulación del submarino ARA San Juan en estas horas difíciles. Seguimos desplegando todos los recursos nacionales e internacionales disponibles para hallarlos lo antes posible”, declaró por la tarde el Presidente en su cuenta de Twitter.
El encuentro se extendió durante media hora en la Sala de Situación de la Base y el primer mandatario se retiró sin tomar contacto con los periodistas que se encontraban en el lugar, a la espera de novedades sobre la búsqueda del submarino. El Presidente y su familia había arribado a la localidad de Chapadmalal para pasar allí el fin de semana. Agencias
Muestras de apoyo de los turistas
Dibujos realizados por chicos, carteles con mensajes de apoyo, banderas argentinas decoradas con el nombre del submarino “ARA San Juan” y hasta una tabla de windsurf intervenida fueron algunas de las muestras de apoyo que turistas y vecinos de Mar del Plata dejaron en la Base Naval.
Los familiares y allegados de los 44 tripulantes que aguardan novedades en el predio naval recibieron también el apoyo de las maestras del jardín que funciona en el lugar y que cuenta entre sus alumnos con las hijas de dos de los marinos embarcados.
Federico James, un joven orfebre marplatense, había dedicado 20 horas para intervenir una tabla de windsurf que le regalaron unos guardavidas locales. “Lo hice para que la sociedad tome conciencia”, dijo.