Un laboratorio público de Tierra de Fuego producirá el primer medicamento del país para tratar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el Sida. Su precio será entre un 15 y 20 por ciento menor al importado.
El medicamento Atazanavir será producido desde mediados de año por el “Laboratorio del Fin del Mundo”, donde el estado fueguino tiene la mayor participación, y su precio “se reducirá entre un 15 y un 20 por ciento”, según lo confirmó ayer el presidente de la empresa, Carlos López.
La primera producción de medicamentos del laboratorio, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Salud nacional, se demoró debido a los pasos que está dando la empresa estatal para lograr su constitución definitiva, la instalación de equipamiento y la adecuación a los controles de calidad que impone el Estado.
En principio se pensaba iniciar las actividades a mediados de 2017, pero el plazo se pospuso para finales de ese año y ahora para mediados de 2018. “No podemos producir hasta que no esté garantizado un control exhaustivo, que estamos desarrollando a través del laboratorio de control de calidad. Ya tenemos la autorización de la Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología Médica (Anmat), que aprobó nuestras instalaciones, pero queremos dar un paso más y calificar con normas europeas y de Estados Unidos”, explicó López.
El primer negocio que proyecta el Laboratorio del Fin del Mundo es venderle la producción del Atazanavir al propio Estado Nacional, que actualmente lo adquiere en el exterior y que invierte en ello “unos 55 millones de dólares al año”, precisó. Con la fabricación local, la provincia le garantizará a la Nación un precio “entre un 15 y un 20 por ciento menor”.
“Todavía se sigue negociando con las multinacionales para disminuir aún más el costo (de la transferencia de tecnología para la fabricación del antirretroviral, que actualmente comercializa la compañía farmacéutica norteamericana Bristol-Myers Squibb) porque se busca que el medicamento llegue a quienes más lo necesitan”, agregó López.
En tanto, la gobernadora fueguina Rosana Bertone aseguró que el objetivo de su administración es “profundizar la investigación y el conocimiento”. Según datos oficiales, el Estado fueguino invertirá, por etapas, 2,5 millones de dólares en el laboratorio, con la expectativa de generar, además, entre 500 y 600 puestos de trabajo cuando el proyecto esté funcionando en toda su dimensión. Después del antirretroviral, los responsables de la iniciativa apuntan a producir otros medicamentos, como por ejemplo algunos de uso oncológico e inclusive un suplemento dietario a base krill, un crustáceo abundante en la zona y rico en aceite y antioxidantes que previenen cardiopatías y cerebropatías. Télam