Buenos Aires, 31 de enero.- "Estamos fritos", con esas palabras la directora de la Primera Escuela Argentina de Natación para Bebés, Patricia Cirigliano, inició un insólito argumento para informarle a Andrea Rivas los motivos por los que su beba no podía ser inscripta en aquella institución del barrio de Belgrano que se define como "un prestigioso referente internacional".

La rebuscada explicación de la directora no fue más que una excusa homofóbica. La charla había comenzado bien: Andrea le contó que su hija Francesca disfrutaba del agua y Patricia -entusiasmada por tener una nueva socia- le detalló que durante las primeras cuatro clases la beba tenía que acudir acompañada por su mamá y para la siguiente sería necesaria la presencia del padre.
"En ese momento yo le expliqué que Francesca tenía dos mamás. Ella se quedó callada y me preguntó cómo podía ser, a lo que yo le respondí que era hija de un matrimonio igualitario", contó Andrea a minutouno.com. Tras esas palabras, la directora respondió: "Estamos fritos".

A la contundente frase le siguió una polémica argumentación, relatada así por la mamá de la beba: "Nos dijo que las clases son para familias tradicionales. Explicó que el problema es que el medio del agua es similar al intrauterino y exponerla en este método le generaría un daño a mi hija".

María Rachid, legisladora de la ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria, solicitó una reunión con las autoridades de la Primera Escuela Argentina de Natación para Bebés, que se llevará a cabo el próximo martes por la tarde.