Probablemente por primera vez en la historia del Congreso de la Nación, o al menos desde que es una "sustancia" prohibida, una diputada nacional entró a la Cámara de Diputados con una planta de cannabis.

 

Se trata de Araceli Ferreyra, legisladora kirchnerista del Movimiento Evita, quien en pleno discurso de inicio de sesiones del presidente Mauricio Macri, ingresó a su banca con un ejemplar joven de esta especie herbácea milenaria, clasificada como "cannabis sativa" por el científico sueco Carlos Linneo en 1753, y prohibida y demonizada globalmente en 1937.

 

Ferreyra apareció cerca de las 11 en el recinto con una planta de marihuana y un cartel con la leyenda #AutocultivoYA. Fue apenas unas horas después de que se conociera el caso de Francisco, un joven epiléptico que fue enjuiciado por cultivar la planta para combatir su enfermedad, uno de las tantas historias de cultivadores que son procesados judicialmente y condenados, en muchos casos, a varios años de prisión por una decisión personal que no afecta a terceros.

 

La diputada correntina se manifiesta desde hace años en favor de una regulación de la planta de cannabis, apoyó el reclamo de madres de niños enfermos para votar una ley de uso medicinal y presentó diversos proyectos de ley para despenalizar el consumo de esta planta milenaria, legalizada en Uruguay, Canadá y 10 estados de los EEUU. Según contaron fuentes cercanas a la diputada, Ferreyra tenía decidido desde ayer hacer esta presentación pública.

 

"Hoy hay pibes con dos plantines presos, gente con enfermedades que depende de su cultivo para poder tratarlas y el Estado en lugar de ayudarlas las persigue. La supuesta lucha al narcotráfico que venden desde el Ministerio de Seguridad no hace más que atentar contra la vida de personas inocentes que plantan porque no quieren comprar", dijo Ferreyra a la revista de cultura cannábica THC, y amplió: "Por eso traje esta planta hoy, para hacer evidente esta gran injusticia y alertar al Congreso a que de una vez por todas discutamos la regulación del cannabis".

 

Segundos después, la diputada se fue rápido del Congreso. "Tengo miedo que me incauten la plantita", dijo en un pasillo, y se fue.

 

La historia de la planta de marihuana en Argentina no es nueva. En 1797, un joven Manuel Belgrano escribió en sus memorias económicas un plan para cultivar esta planta y "sacar de la miseria" a los habitantes, a través de su cultivo para su procesamiento industrial. Los esclavos africanos también llegaron al Río de la Plata con semillas de este vegetal, cuyo origen se presume es de Asia Central, y su consumo, se estima, tiene 10.000 años.

 

Sin embargo, la sustancia fue considerada prohibida por Estados Unidos en 1937 y eso provocó una ola de prohibicionismo en todo el mundo, que derivó también en la prohibición y la demonización en Argentina. La ley actual de drogas, sancionada en 1989, condena a los cultivadores o a quienes tienen marihuana en sus casas con penas de hasta 15 años de prisión, a pesar de que desde 2009 un fallo de la Corte Suprema expresó que la tenencia para consumo personal no debe ser castigada.