A mediados de agosto, el planeador estratosférico Perlan Mission II surcará los cielos de El Calafate con el objetivo de recolectar datos que sirvan para estudiar la atmósfera y, de paso, alcanzar los 24 kilómetros de altura, con lo que batiría su propio récord de altitud y el de cualquier otra aeronave sin motor en vuelo controlado.
Se trata de llevar el primer planeador sin motor al límite con el espacio, a una altitud jamás alcanzada por ningún otro avión en vuelo horizontal sostenido, y abrir la ventana a un mundo de nuevos descubrimientos relacionados con los vuelos de gran altitud, el cambio climático y la exploración del espacio.
El proyecto Perlan Mission nació con el objetivo científico de estudiar y obtener datos sobre la atmósfera, estratosfera y el ozono, y cuenta con el apoyo de la firma Airbus, que desarrolló el planeador.
‘Este proyecto nos dará un mayor entendimiento sobre el clima en altas latitudes, sobre la salud de la capa de ozono y sobre el cambio climático.
Para Airbus, esperamos aprender más sobre el vuelo en altas latitudes y la posibilidad de algún día construir aviones que puedan sobrevolar la atmósfera marciana‘, explicó en diálogo con Télam el director de Comunicaciones Corporativas de Airbus Group, James Darcy.
El planeador llegará a la Patagonia a mitad de agosto, y se trasladará a El Calafate para llevar a cabo su vuelo, luego de haber superado con éxito la etapa de pruebas en la ciudad estadounidense de Minden (Nevada).
Según Darcy, al alcanzar los 90.000 pies de altura (24 Km) el planeador batiría todas las marcas existentes para este tipo de vehículos, y lo haría en cielos que no son desconocidos para los impulsores del proyecto, ya que en 2006 el Perlan I voló por encima de las cumbres de El Calafate, a unos 51.000 pies (15,5 Km).
Los desarrolladores del proyecto eligieron la Patagonia argentina porque la región permite una serie de ventajas meteorológicas para que la aeronave pueda optimizar su navegación.
‘Para alcanzar la estratosfera, la Airbus Perlan Mission II se apoya en un fenómeno llamado ’ondas de montaña estratosféricas’, las cuales son fuertes corrientes ascendentes que suceden cuando el viento sopla a través de las cadenas de montañas.
En ciertos lugares cerca de los polos, las ondas de montañas normales se combinan con una corriente de viento polar llamada Vórtice Polar para crear ondas de montaña ’estratosféricas’ que pueden alcanzar los 120.000 pies de altura y más. El Calafate es uno de esos lugares‘, detalló el vocero de la compañía fabricante de aviones.
Aprovechando estas condiciones, en esta oportunidad el proyecto tendrá un nuevo desafío: remontarse a una mayor altura para planear en el borde del espacio con una cabina totalmente presurizada, a diferencia de lo que ocurrió en su paso anterior por Argentina.
‘El equipo necesitaba un planeador presurizado y, por suerte para Airbus, vinieron a buscarnos para que les ayudáramos a construirlo.
La presurización en aviones de pasajeros se logra a través de bombas, pero el Perlan II no tiene motores para darle energía a esas bombas y además debe ser muy liviano. Entonces, la cabina usa lo que llamamos presurización pasiva, esto quiere decir que tiene que estar completamente sellada para que el aire con el que despega no pueda escapar‘, detalló Darcy.
El planeador contará con una serie de dispositivos a bordo para experimentar en la altura, equipos en cuyo desarrollo han participado tanto científicos especializados en la materia como estudiantes de universidades y escuelas.
Según Darcy, una de las ventajas que este planeador de última tecnología puede aportar al mundo de las investigaciones científicas radica en que, al contrario de otros medios con motor, el Perlan II ‘no contamina el aire por donde vuela y entonces puede recoger datos muy puros‘.
‘A diferencia de los globos meteorológicos, el planeador puede controlar a donde va, permanecer en una altitud y aterrizar en el mismo lugar desde donde salió‘, precisó.

