�El intendente de la localidad misionera de Santa Ana, Pablo Castro, se atrincheró ayer en la madrugada en su despacho después de que el Concejo Deliberante aprobara su supuesta renuncia, lo que generó una situación de conflicto. El incidente se desató anteanoche, en una sorpresiva reunión, donde los concejales dieron curso a una supuesta dimisión al cargo firmada por Castro y en su lugar designaron a Aníbal Ramón Closs, quien presidía este cuerpo colegiado municipal. Al enterarse de que ya no era el titular de la Intendencia, Castro se presentó en la sede municipal acompañado por unos 50 vecinos y se instaló en el despacho principal, donde permanece en medio de una confusa situación. La Municipalidad de Santa Ana fue rodeada por efectivos policiales por “orden del ministro de Gobierno, Jorge Franco. Ahora, la última palabrela tiene el gobernador, Maurice Closs.