La noticia de la muerte de Diego Maradona impactó a la Argentina y al mundo entero. El velatorio del futbolista más importante del país -y para muchos de la historia- se realiza en Casa Rosada ante la presencia de familiares, amigos y miles de fanáticos y no estuvo exento de polémica a raíz de una foto que trascendió de un empleado de la casa funeraria junto al cuerpo del Diez dentro del féretro.

La imagen se viralizó en redes sociales y muestra al hombre, uno de los que preparó el cuerpo de Maradona, mirando a cámara y con el pulgar de su mano izquierda hacia arriba mientras que con la derecha le toca la frente al exfutbolista.

El dueño de la funeraria Pinier, ubicada en La Paternal, afirmó que el empleado fue echado y se disculpó con la familia Maradona. El slogan de la empresa dice: “Nuestra atención hace la diferencia”, algo que deja completamente expuesta a la casa de servicios fúnebres.

Pinier presta sus servicios en la Avenida San Martín al 2900 del barrio de La Paternal y, más allá de la breve comunicación de su titular, aún no se ha manifestado públicamente de manera oficial por la acción de quien era su empleado cuya identidad también ha trascendido por medios de las redes sociales.

En la descripción que se hace sobre esta empresa se indica que “Sepelios Pinier presta servicios exequiales de excelente calidad enmarcados en el valor y respeto por la dignidad humana. Expertos en servicios funerarios, sus clientes lo avalan con su amplia trayectoria, y su compromiso es mantener un servicio de calidad. Dispone de personal capacitado y dispuesto a atender las necesidades de cada familia”.

La foto que causó indignación y repudio.

 Un traslado caótico

El cuerpo de Diego Armando Maradona llegó a la casa funeraria en horas de la noche del miércoles, día de su muerte, luego de los trámites de rigor a los que fue sometido desde que un vehículo de la morgue judicial de San Fernando lo transportó desde el Barrio San Andrés en el que vivía desde que recibió el alta tras su intervención quirúrgica del pasado 3 de noviembre, hasta el Hospital de esa localidad del norte de Buenos Aires, donde se le realizó la autopsia.

Una vez que los empleados de la casa de exequias finalizaron la preparación del cuerpo del exfutbolista se llevó a cabo allí una ceremonia íntima de despedida de la que participaron sus familiares más íntimos, antes de iniciar el traslado hacia la Casa Rosada.

La movilización incluyó un impresionante operativo de seguridad por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, en una caravana que llegó hasta la casa mortuoria y se encontró con una multitud de personas que querían dar su adiós a Diego.

En ese marco, se generaron roces porque había vallas colocadas a metros de sala velatoria que impedían el paso de la gente.

Fue allí donde algunos forcejearon con los efectivos de seguridad, cayeron algunas de esas protecciones de metal que se habían instalado y se generaron momentos de tensión.

Sin embargo, la cosa no pasó a mayores pero lo que se esperaba que fuera un velorio tranquilo ahora es una zona llena de personas que gritan y cantan en homenaje a Maradona.