Uno de los custodios del fallecido fiscal Alberto Nisman ratificó ayer ante la Justicia que, poco antes de aparecer muerto en su casa de Puerto Madero, éste le había pedido un arma para proteger a sus hijas. El policía federal Rubén Benítez a agregó que, durante una época, el equipo que protegía al exfiscal de la causa AMIA estuvo integrado también por agentes de la exSIDE.
Esta declaración avala los dichos de Diego Lagomarsino quien le prestó el arma a Nisman, la que finalmente acabó con la vida del fiscal. Benítez declaró ante el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano a quienes les aseguró que, el sábado 17 de enero de 2015, Nisman lo hizo subir a su departamento para preguntarle si le podía comprar un arma. El custodio sostuvo que le respondió que “no”, que no podía poner su nombre para la compra de un arma porque si después pasaba algo con esa arma podía tener problemas y que el lunes siguiente le aconsejaría cómo comprarla. El domingo 18 de enero Nisman fue encontrado muerto sobre un charco de sangre y con un tiro en la cabeza en el baño del departamento que ocupaba en una de las lujosas torres del complejo Le Parc.