Grupos de familias de la localidad entrerriana de Diamante comenzaron a ser evacuadas en el marco de un plan de desalojos preventivos ante el desmoronamiento de una barranca lindera al río donde está asentado el barrio General Urquiza, confirmó ayer el intendente Lénico Aranda.
El jefe comunal advirtió, en diálogo con la agencia de noticias Télam, que pese a que se afronta "un riesgo de vida muy serio" en la zona había "gente que no quiere abandonar su casa". Las evacuaciones fueron dispuestas el fin de semana luego de que se abriera una enorme grieta en el terreno del pueblo y la barranca iniciara un lento desplazamiento, lo que generó pozos de unos 30 metros de profundidad.
Tanto el barrio como el centro de salud ubicado sobre la barranca caerían al vacío con el desmoronamiento de las tierras, que estaría provocado por una falla geológica, según especialistas y geólogos que advirtieron del fenómeno "hace un mes".
El fenómeno comenzó el sábado y no se detuvo, por lo que el domingo las familias fueron notificadas para que evacúen sus viviendas con contención desde el municipio. "Hay desprendimiento de barrancas y hundimiento, que comprende parte de la costa. Estamos con un riesgo de vida. Hace 30 días que tememos el informe del geólogo y estamos llevando adelante el plan de evacuación, pero la gente no quiere abandonar sus casas", contó a Télam el intendente de Diamante, que tiene 22 mil habitantes.
Según el informe del geólogo, acotó, "tenemos que evacuar 130 metros. Es un trabajo de Defensa Civil muy articulado". Eso "nos dio tiempo para prepararnos, pero nadie está preparado para perder la casa", dijo el intendente de Cambiemos sobre la reacción de los vecinos que deben desalojar sus viviendas.
Según Aranda, "el diamantino está acostumbrado a desplazamientos pero no de esta abertura. Hay pozos de 30 metros de profundidad y dos metros de ancho. Es un riesgo de vida muy serio". "Estamos trabajando sobre el informe del geólogo. Están afectadas unas 60 familias, pero esa cantidad se puede ampliar", señaló.
Aranda recordó que "en la década del 70 hubo deslizamiento de barranca, y perdimos toda la costanera. Se llevó una porción importante de la historia de Diamante que se forjó a orillas del río Paraná".
El jefe de bomberos voluntarios de Diamante, Matías Albornoz, precisó que el desmoronamiento es "una falla geológica" porque "el desplazamiento se produce desde la superficie hacia abajo". "Son 130 metros de largo de falla geológica. Toda esa falla presenta más de dos metros de longitud, en lo que ha ido cediendo el terreno", explicó, al asegurar que el terreno presentaba "una inclinación con caída libre de 42 metros. En los 130 metros tenemos 80 metros de bloque en los que la falla es inminente".
El desmoronamiento se produjo en la zona donde se encuentra el Centro San Roque y el Cristo Pescador, distante a unas siete cuadras del casco histórico de la ciudad que está ubicada a 40 kilómetros de Paraná.
Diamante es conocida en Entre Ríos como "ciudad blanca", por tener una zona muy arcillosa en el perfil de la barranca, y como consecuencia de las lluvias, el tránsito vehicular e incluso la sequía, se produce un movimiento de suelo que ocasiona el desmoronamiento y su deslizamiento.
Télam