Es un secreto a voces. La dura postura del presidente de EEUU a dar un giro en sus controvertidas políticas comerciales y ambientales amenazan los esfuerzos multilateral para lograr la firma de un documento final consensuado en la Cumbre del G-20.
Los líderes de los países más poderosos del planeta que inauguraron ayer la histórica cumbre en Buenos Aires mantenían ayer la incertidumbre sobre llegar a buen puerto con las negociaciones. Además de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, también se cierne sobre la cumbre el enfrentamiento de Washington con Moscú por las tensiones militares entre Rusia y Ucrania.
Diplomáticos del G-20 discutían ayer a contra reloj el comunicado de cierre de la cumbre, en medio de diferencias sobre qué referencia hacer al Acuerdo de París sobre Cambio Climático, del cual Trump retiró a EEUU, informó CNN.
Lo mismo ocurría con menciones a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que el jefe de la Casa Blanca quiere reformar en medio de la guerra comercial con el otro gigante mundial, China.
La cadena de noticias estadounidense, que citó a dos diplomáticos de la Unión Europea (UE) no identificados, apuntó que ante la posibilidad de que no haya un comunicado final de consenso, los europeos buscaban cerrar filas. Las fuentes agregaron que la UE podría hacer una declaración propia, por separado a la de la cumbre, si no se logra sumar a Whashington.
Una pequeña muestra del estado crítico de las discusiones es que Trump decidió no compartir con sus pares la reunión conocida como el Retiro, el único momento en que todos los jefes de Estado se encuentran en absoluta soledad, sin asesores ni funcionarios revoloteando, viéndose las caras unos a otros y conversando sobre las cuestiones que sólo conocerán ellos mismos.
El presidente Mauricio Macri dio la bienvenida a los mandatarios del G-20 en una ceremonia en el complejo de Costa Salguero, frente al Río de la Plata, donde se llevarán a cabo los dos días de deliberaciones.
En una admisión de las diferencias que amenazan la cumbre, Macri dijo en su discurso de apertura que en los últimos años surgieron "tensiones" entre los miembros del G-20 y pidió recuperar el espíritu de cooperación y diálogo que el foro representa.
"La solución es dialogar, dialogar y dialogar. Esa es la forma de empujar los límites de lo posible, entendiendo que cada país tiene sus preferencias, valores e intereses, pero todos coincidimos en algo, en que queremos promover el desarrollo sostenible", señaló.
El asesinato de un periodista saudita en el consulado de su país en la ciudad turca de Estambul también amenaza con empañar una cumbre a la que asisten los líderes de Arabia Saudita y de Turquía, luego de que Macri dijera que ese crimen estará "sobre la mesa" en reuniones bilaterales y quizás también en la reunión general.
Arabia Saudita ha negado que su príncipe heredero, Mohamed bin Salman, quien preside la delegación saudita en Buenos Aires, haya ordenado el crimen, pero se sospecha que sí lo hizo.
El columnista residía en EEUU y había escrito artículos críticos del príncipe en el diario The Washington Post.
La cumbre de Buenos Aires se centrará en empleo, infraestructura y seguridad alimentaria para tratar de evitar otros asuntos que enfrentan a EEUU y la UE. Se trata de cuestiones de comercio y cambio climático, tema este último que casi hace fracasar la anterior cumbre del G-20, celebrada el año pasado en Hamburgo, Alemania.
Pero la tensión entre China y EEUU, que están inmersas en una feroz guerra comercial, es el dato saliente que está cruzando toda la cumbre y que tiene en Latinoamérica uno de sus territorios más relevantes. Macri quiere evitar que la cumbre termine en un conflicto abierto del presidente norteamericano contra el resto de los líderes, como ocurrió en Hamburgo, y por eso propicia un texto corto y lo más anodino posible.
>>Un sismo acá, un terremoto en Alaska
Al susto por el inusual sismo de 3,8 grados que se sintió a las 10.27 en varias localidades de la provincia de Buenos Aires y barrios de Capital Federal, a Donald Trump se le sumó la inquietud y la preocupación por el terremoto de 7 grados que azotó Alaska a las 17.28 hora GTM, 14,28 de Argentina. Si bien no se informó de víctimas, sí hubo daños en algunos edificios y carreteras -foto-. Todo el tiempo, el presidente de EEUU estuvo informado de lo que sucedía en Alaska mientras participada de la Cumbre del G-20 en Buenos Aires.
Después de ser informado, Trump dirigió un mensaje a los habitantes de Alaska a través de Twitter, a los que pidió que sigan las instrucciones de las autoridades locales para mantenerse a salvo del desastre natural.
"¡Dios los bendiga a todos!", escribió Trump en esa red social.