Cara a cara. El candidato kirchnerista, Omar Perotti, basó su campaña en caminatas y múltiples visitas a fábricas. Hoy podría destronar al Socialismo en Santa Fe.

 

Los gobernadores peronistas de Formosa, San Luis y Tierra del Fuego, Gildo Insfrán, Alberto Rodríguez Saá y Rosana Bertone, intentarán hoy retener el poder en esas provincias, en tanto, 

Omar Perotti buscará dar el batacazo en Santa Fe, destronando al Socialismo, lo que dejaría endulzado al PJ de cara a las PASO nacionales del 11 de agosto.

En este octavo turno electoral del año, el último ante de las PASO, estarán marcados por las aspiraciones reeleccionistas, en especial en el caso de Insfrán que buscará su séptimo gobierno en Formosa, y por la fuerte disputa entre los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá que por primera vez desde el regreso de la democracia competirán en listas separadas por la gobernación de San Luis.

En Santa Fe el Partido Socialista enfrenta una prueba de fuego ya que en las PASO provinciales cosechó menos votos que los sumados por los dos candidatos de la interna peronista. Así en un escenario incierto, el diputado y exgobernador, Antonio Bonfatti, intentará retener para el Socialismo la provincia que gobierna desde 2007.

El Frente Progresista Cívico y Social, la denominación formal del socialismo santafesino, se enfrentará al peronista Omar Perotti que competirá con su Frente Juntos y al representante de Cambiemos, el radical José Corral, por la alianza Vamos Juntos.

Están habilitados para votar 2.675.144 ciudadanos, lo que ubica a Santa Fe como el tercer distrito electoral del país, detrás de las provincias de Buenos Aires y Córdoba.

Si se tienen en cuenta los resultados de las primarias, la puja por la gobernación tiene dos contendientes con mayores posibilidades: el exgobernador Bonfatti fue individualmente el más votado, con 510.445 sufragios, en tanto Perotti lo siguió con 465.061, pero su frente sumó además los 239.107 votos de la exvicegobernadora María Eugenia Bielsa. 

Esa pareció ser la clave de la campaña santafesina, ya que el peronismo intentó mostrarse unido, con encuentros y recorridas de campaña compartidos entre Perotti y Bielsa, mientras que los esfuerzos por el lado del socialismo fueron en dirección a instalar una supuesta simpatía de tipo ideológico de los votantes de la perdedora de la interna hacia Bonfatti.

En San Luis, en tanto, la disputa entre los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá que se enfrentarán por dos líneas distintas del peronismo deja en el medio de la contienda a un exaliado de Cambiemos, el exmandatario Claudio Poggi, con grandes posibilidades de sumar votos ante la fuerte división de los jefes peronistas.

En Tierra del Fuego, la gobernadora Rosana Bertone buscará su reelección, con una alianza entre el PJ y el kirchnerismo que enfrentará al intendente de Río Grande, el radical K Gustavo Melella, y al referente de Cambiemos Juan "Pipo" Rodríguez y, en caso de que ninguno supere el 50 por ciento de los votos, irán a segunda vuelta el domingo 23. 

Tanto Bertone como Melella apoyan la fórmula presidencial integrada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

 

Alberto: "No voy a "cerrar" a la Justicia

El precandidato a presidente por el Frente para Todos, Alberto Fernández, afirmó ayer que no va a "borrar con el codo" lo que enseñó durante 35 años como profesor de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), al salir al cruce de las críticas que recibió por haber afirmado que había que revisar sentencias que se dictaron en los últimos años.

"Ahí están discutiendo estos energúmenos si voy a cerrar la Justicia, si la voy a hacerla dependiente del Poder Ejecutivo. ¡Que estupideces!: hace 35 años enseño Derecho en la UBA y piensan que voy a borrar con el codo lo que enseñé en 35 años", dijo.

La frase la pronunció ante un grupo de intelectuales, que lo invitaron a discutir la "Agenda Argentina". La aclaración sale al cruce, además, de los dichos de los jueces de la Corte Suprema, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti, quienes se sumaron a la postura del presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, y reclamaron que los políticos respeten "las decisiones judiciales, aunque no las compartan", luego de reafirmar que "la independencia de los jueces es una política de Estado".

 

Un duelo de los hermanos

El oficialista. Alberto Rodríguez Saá intentará alcanzar su cuarto mandato.

 

Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, los hermanos que desde 1983 hegemonizan la vida política de San Luis, dirimirán hoy en elecciones para elegir gobernador una larvada disputa signada por denuncias judiciales, impugnaciones y acusaciones personales que determinaron una profunda división en el justicialismo puntano. En tanto, el exmandatario y senador Claudio Poggi, cercano al Gobierno nacional, buscará romper con el papel de tercero en discordia, y,pese a la disputa que envuelve a los dos hermanos, es quien cuenta, según los análisis previos, con mayores posibilidades de doblegar al actual gobernador.

Surgido del riñón del peronismo puntano, Poggi llegó a la gobernación en 2011 bajo el respaldo de Alberto, pero luego se distanció, obtuvo una banca como senador y en la actualidad es un dirigente cercano al presidente Mauricio Macri.

Alberto Rodríguez Saá, en caso de obtener un triunfo alcanzaría su cuarto período al frente del Ejecutivo de San Luis. Por su parte Adolfo Rodríguez Saá, actual senador nacional, y presidente de la Nación durante un efímero período de ocho días, en medio de la crisis del 2001, y primer gobernador de la provincia desde la recuperación de la democracia, aspira en estas elecciones a consagrarse por sexta oportunidad como mandatario.

En medio de las denuncias de la oposición, la Justicia Electoral provincial ordenó al gobierno de San Luis que cese "prácticas clientelares" y deje de repartir colchones, frazadas, chapas, camas, ropa y dinero a los electores para pedirles que voten al gobernador. Una medida similar le fue notificada a la Intendencia de Villa Mercedes, por hacer tareas prelectorales que en este caso promovían el voto a Adolfo Rodríguez Saá.

"El domingo será un día histórico para la provincia porque significará el final para dos enfermos del poder como son los hermanos Rodríguez Saá y se terminarán muchos años de tiranía", remarcó Poggi.

 

El desafiante. Adolfo Rodríguez Saá busca llegar al poder por sexta vez.

 

 

Insfrán busca hoy su séptima corona

 

En Formosa, donde no hay límites para reelecciones, el kirchnerista Gildo Insfrán intentará seguir en el Gobierno que dirige desde hace casi 24 años en una fórmula por el Frente para la Victoria que integró con el diputado provincial Eber Solis, quienes esperan cosechar "el triunfo más grande" de la historia local.

Eterno. Gildo Infrán lleva 24 años al frente del Ejecutivo de Formosa.

Allí, Insfrán ha ganado elecciones con más del 70 por ciento de los votos en la última década.

Un total de 445.590 formoseños votarán para elegir, además de gobernador, 15 diputados provinciales, 27 intendentes y concejales.

La oposición estará encabezada por Bogado, un justicialista disidente que se alió con el PRO y la UCR en el llamado "Frente Amplio Formoseño", un ensayo de acercamiento entre Cambiemos y el peronismo que se aproximó al presidente Mauricio Macri y que cristalizó recientemente con el senador del PJ Miguel Pichetto, como candidato a vicepresidente.

Formosa es, junto a Santa Cruz y Catamarca, una de las tres provincias que tiene reelección indefinida, a lo que se suma la vigencia en este territorio de la Ley de Lemas, lo que permite que distintas fuerzas puedan apoyar a un mismo candidato, con la sola excepción del cargo a gobernador.

Isfrán está alineado con Cristina Kirchner.