Un consternado grupo de unas doscientas personas entre las que estaban familiares, amigos, compañeros del colegio y del Club Lafinur despidió ayer los restos de Agustín Irustia, el joven sanluiseño de 17 años que murió el jueves en Villa Gesell tras la caída de un rayo en la playa. Mientras, se aguardaba certezas sobre el velatorio de su prima y amiga del alma, Priscila Ochoa (16), otra de las víctimas fatales de la tragedia de Gesell, al igual que Nicolás Elena, de 19 años, oriundo de la ciudad bonaerense de 9 de Julio y Gabriel Rodríguez, de 20, de la localidad bonaerense de Henderson.
El sepelio del joven sanluiseño, jugador de del Club Atlético Lafinur y promesa del vóley puntano, fue a las 12 en el cementerio Parque de la Quebrada ubicado en Potrero de los Funes.
Hasta ese momento, durante toda la noche, lo habían velado en la sala ubicada en calle San Juan, frente al GADA. ‘Un amigo nunca se olvida‘, una corona floral reflejó el sentimiento y las huellas que dejó Agustín en varios corazones.
Los restos de Priscila fueron trasladados por tierra a la provincia y permanecerán en la morgue judicial de San Luis a la espera del arribo del resto de la familia que demorará su llegada a la provincia hasta tanto reciba el alta Salma Ochoa, su otra hija internada en el hospital de Mar del Plata, con un buen pronóstico. Por eso, se estima que el domingo o el lunes sería el velatorio.
Además, ayer, un hombre de 51 años, que permanecía internado con heridas por la caída del rayo fue dado de alta, por lo cual permanecían hospitalizadas tres personas afectadas por el fenómeno. Hasta anoche, continuaba internada en una sala de Terapia Intensiva Laura Blanco, de 44 años, quien ‘va mejorando su cuadro clínico‘. Hernán Vila, de 34 años, presentó ‘una mejoría leve‘ y Salma Ochoa, de 9 años que fue pasada de Terapia Intensiva a una sala común.

