El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, descartó ayer que un eventual acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) implique la imposición de un plan de ajustes o reformas laborales y aseguró que "no hay ningún planteo en ese sentido" del organismo internacional.
Triaca también llamó a "cambiar la realidad" de cuatro millones y medio de personas que trabajan en negro, durante una disertación en la Bolsa de Comercio de Córdoba.
Triaca descartó que el acuerdo que se negocia con el Fondo Monetario Internacional derive en ajustes o reformas laborales, ante una consulta de la agencia oficial de noticias Télam. Respondió que "no hay ningún planteo en ese sentido" y aclaró que "la vinculación con el Fondo es una relación que el Gobierno y el Estado argentino tiene hace mucho tiempo".
"Nosotros creemos que tener estos instrumentos, estas herramientas dan certeza y previsibilidad; para que situaciones como la que hemos vivido las últimas dos semanas, donde hay inestabilidad en algunos mercados, den más previsibilidad y más certezas a aquellos que tienen que tomar decisiones", apuntó.
"Cuanto más claridad y previsión hay, más oportunidades de trabajo tienen los argentinos y hacia eso apunta el presidente" Mauricio Macri, aclaró. Cuando se le consultó sobre cómo repercute en el mercado laboral la inestabilidad del dólar, el ministro manifestó que "son momentos de coyuntura"."Son pasajeros, mucho de lo que se discute hoy tiene que ver con los cambios en la Argentina que nos estamos proponiendo", añadió.
Fuentes periodísticas especulaban con la posibilidad de que para alcanzar un acuerdo con el Gobierno argentino, el Fondo pueda pedir moficaciones en la edad jubilatoria de las mujeres. Es decir, que en vez de jubilarse a los 62 años, se jubilen a los 65. En ese contexto, deslizaban también una eventual privatización del sistema previsional. Dicho de otro manera, un retorno de las Administradoras de los Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).
Otros observadores explicaron por medios nacionales que el FMI podría pedir ajuste fiscal y reducción de personal en reparticiones estatales. Se calcula que 3,5 millones de personas trabajan en reparticiones públicas nacionales, provinciales y municipales. De ese total, deslizaban que lo ideal era recortar 600 mil puestos.
"El manual de políticas económicas del FMI son recortes de jubilaciones, pensiones, salarios, despido de empleados del sector publico. Tenemos derecho a saber dónde el gobierno dijo durante su campaña que se iba a endeudar con el Fondo", subrayó Agustín Rossi, jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria (peronismo kirchnerista).
"Ya sabemos cómo termina esta historia. Se dio en 2001 pero también bajo la dictadura, en el 89 con la hiperinflación, las privatizaciones de (Carlos) Menem… esta crisis no la tienen que pagar los trabajadores, sino los grandes grupos económicos", expresó el diputado por el Frente de Izquierda Nicolás del Caño. En su opinión, se trata de "una historia conocida por el pueblo", porque a cambio de esos 30.000 millones de dólares (cifra que se estima se va a pedir al Fondo), el FMI va a pedir un fuerte plan de ajuste. Para Daniel Arroyo, del Frente Renovador, el FMI "claramente lo que ha hecho siempre es mecanismos de ajuste de reducción brutal del costo fiscal" sobre el supuesto de que después la economía "va a empezar a derramar". Télam y Efe