El secretario de Trabajo, Jorge Triaca, dejará su puesto en diciembre próximo, determinación que ya avisó al Gobierno nacional de Mauricio Macri, informaron medios nacionales. Su renuncia es un hecho, confirmaron al diario Clarín fuentes oficiales.
Triaca deja su cargo en buenos términos con Macri. Es una dimisión acordada. Incluso con el funcionario que pasó a ser su superior en los papeles, el titular del flamante Ministerio de Producción y Trabajo, Dante Sica. Triaca suele decir en la intimidad que considera a su gestión un ciclo cumplido, e incluso admite que su alejamiento de la hoy Secretaría le permitirá a Sica tener un rol más relevante en el diálogo con los gremios, sobre todo con los del peronismo que integran la Confederación General del Trabajo (CGT), con los que él tuvo una excelente relación.
Aunque influyó en su situación política que su ministerio haya sido degradado a rango de Secretaría, y que por encima de él pasará a tener la última palabra el ministro Sica, Triaca está convencido de que es hora de dar un paso al costado.
El exministro y hoy secretario pasó años de vértigo por la situación económica, la inflación, la recesión y los despidos. El Gobierno de Macri inició una pelea con sindicatos que no quisieron acordar paritarias. Y se abrió una confrontación explícita con uno de los sindicatos con mayor poder de presión en la calle: el sindicato de choferes de camiones, de Hugo y Pablo Moyano. Triaca, porque era su responsabilidad institucional, nunca cortó el diálogo con los Moyano.
La figura de Triaca además se vio envuelta en polémicas por contrataciones de parientes del funcionario. Además quedó envuelto en un escándalo por la denuncia de su exempleada, quien lo acusó de maltrato y de tenerla en negro.
Triaca y Sica lograron calmar a los gremios ofreciéndoles que las empresas deban negociar con sus empleados el pago de un bono. Además, el ministro del Transporte, Guillermo Dietrich, inició una avanzada sobre el área de influencia de Trabajo. Debido a su cargo, tiene buena relación con las Cámaras del Transporte, el área sindical que más presión callejera puede imponerle al Gobierno. Así quedó demostrado en el último paro-asamblea de los gremios aeronáuticos. El funcionario que por orden de Macri fue el encargado de ocuparse de ese tema conflictivo fue Dietrich.