Tras la carta pública firmada con nombre y apellido por 40 ex empleados que denuncian acoso y hostigamiento contra mujeres en las oficinas argentinas de Greenpeace, el Director Ejecutivo de esa ONG ambiental a nivel local desde hace 22 años, Martín Prieto, se tomó “licencia laboral”. Las dos codirectoras que tomaron su lugar dicen que acompañaron esa salida temporal para que una auditoría externa investigue cada caso “con total transparencia y libertad”. También aclaran que aunque, hasta el momento, la denuncia “sólo es mediática y no está en la Justicia”, se realizará una nueva investigación interna.

 

El desplazamiento de Prieto llega dos meses después del Día de la Mujer, cuando tres mujeres que trabajaban en Greenpeace Argentina denunciaron en Twitter su “indignación” cuando la ONG anunció que se sumaba a los reclamos del 8M. La ex jefa de campaña política, Eugenia Testa, y las excoordinadoras Consuelo Bilbao y Lorena Pujó apuntaban a la sede regional, y a su director ejecutivo, por violencia de género. Entonces Greenpeace negó las acusaciones en un comunicado y alegó a las vinculaciones políticas de dos de ellas, “incompatibles la neutralidad de la organización”.

 

“Twitter no era el medio para responder cuestiones de género, con las que estamos comprometidos. Por eso, convocamos a la oficial de Integridad de Greenpeace Internacional, Susan Sinnett”, dice la Directora Política, Natalia Machain. La mujer llegó hace dos semanas a las oficinas de Argentina para controlar cómo fueron todos los procesos de revisión de varios de los casos que se comunicaron internamente en 2013 y 2014 (cuando se desvinculó a las primeras tres exmpleadas) y que se mencionan en la carta. “La carta nuclea, para nosotros, todas las denuncias que se hicieron por Twitter y que yo presenté como evidencia en el Juzgado para que se investigue”, sigue Machain.

 

Como abogada, ella misma radicó la denuncia penal el 21 de marzo en la Fiscalía Nº15 de la Justicia Criminal y Correccional de la Ciudad de Buenos Aires. Y la ratificó el 28 de ese mes. “Llevé los hilos de Twitter y desde la fiscalía dijeron que se iban a comunicar con quienes tuitearon. Como es un delito de instancia privada, ellos tienen derecho a seguir por la vía judicial o no. Nosotros no recibimos ninguna carta documento y nos parece que todos tienen derecho a expresarse. Quisimos contactarlos y no hubo respuesta”, detalla.

 

Amanda Sturback, la Directora de Campaña y ahora codirectora de la Greenpeace Argentina, fue quien intentó contactar a las mujeres denunciantes. “A una de ellas le escribí un mail al otro día de leerla en Twitter, le mandé mensajes directos diciéndole que me parecía horrible lo que ella relató y que estaba muy preocupada. Que Íbamos a llevar su caso a la Justicia y necesitaba saber si estaba de acuerdo. Nunca me contestó”, dice sobre un caso en particular que también es firmante de la carta.

 

En esos hilos ex empleadas mencionaron el gusto de Prieto “por mirar películas pornográficas a todo volumen” en horario de trabajo: “Yo lo viví, a veces estando sólo él y yo en el área””; su costumbre, durante los viajes laborales, de “aparecerse frente a empleadas y voluntarias en slips o apenas cubierto por una toalla”; y de hacer comentarios inapropiados como: “Cómo me calientan las uñas largas y violetas”.

 

Machain aclara que “Martín (Prieto) no es así. Al contrario, es una persona respetuosa que ha permitido estos años una evolución, aceptando las recomendaciones que se han hecho en su momento, poniéndolas en prácticas y convocando a mujeres para que ocupemos cargos jerárquicos y abriendo la organización para que se investigue sin tapujos”.

 

“El sistema patriarcal en el que vive el planeta toma a las mujeres como mercancía así como a la naturaleza. La organización está convencida en apoyar el movimiento feminista, también su director”, cierra Machain. Y Sturback, que trabajó con Greenpeace en tres países, agrega: “En argentina estamos arriba del promedio de igualdad de género respecto a otras oficinas de Greenpeace en el mundo”.

 

En este momento, la sede regional e Internacional de Greenpeace está preparando una convocatoria de auditoría externa para llamar a cada uno de los 40 exempleados que firmaron la carta y tomarles declaración a quienes acepten. La licencia del director Ejecutivo de la polémica durará lo que dure esa investigación interna y ahí se decidirá su futuro o no en la ONG de defensa del medio ambiente más importante de la historia. 

 

Quién es el director acusado

 

Martín Prieto es un hombre muy importante en la organización Greenpeace a nivel global. Es abogado. Tiene 56 años. Ocupa el puesto de Director Ejecutivo de Greenpeace Argentina desde 1996. De los 31 años de existencia de Greenpeace en el país, 22 años han sido presididos por él sin interrupciones.

 

En 2012 comenzó con la fusión de las oficinas de Argentina y Chile y encomendó la apertura de Greenpeace en Colombia, formando Greenpeace Andino, filial que preside desde entonces. Según él mismo suele decir, es uno de los siete directores locales que más influencia ejerce sobre Greenpeace a nivel global. Está casado con la abogada Gabriela Pastorino, Secretaria Letrada de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.