Cinco personas fueron hospitalizadas y al menos treinta debieron ser rescatadas de sus vehículos cuando eran arrastrados por el agua, que cubrió casas y calles en Comodoro Rivadavia, a raíz de un temporal con granizo que azotó la ciudad, declarada en ‘emergencia‘.

El intendente Néstor Di Pierro dijo que las consecuencias del temporal ‘fueron terribles‘ y manifestó que ‘medio centenar de viviendas quedaron destruidas y muchas de ellas derrumbadas‘, por lo que declaró la emergencia climática ‘para disponer de fondos que atiendan el desastre por la tormenta‘.

El jefe comunal, que recorrió zonas anegadas de la ciudad en helicóptero, explicó que cayeron ‘cerca de 100 milímetros de agua y granizo en menos de una hora‘ y manifestó que ‘eso hizo que se transportara lodo de la zona alta del cerro Chenque‘. Di Pierro aseguró que ‘unos 50 equipos viales trabajaron‘ para reparar los daños provocados por el temporal y responsabilizó al ministro de Infraestructura provincial, Pablo Punta, por no haber terminado la obra del colector de la zona sur, ‘que está parada hace más de dos años‘.

El jefe de Operaciones de Bomberos Voluntarios de Comodoro Rivadavia, Carlos Rosas, expresó en declaraciones a la prensa que los barrios más afectados fueron los de la zona oeste, entre ellos Juan XXIII y Abel Amaya.

El temporal, que comenzó en la noche del lunes con relámpagos y caída de granizo y se mantuvo hasta la madrugada de ayer. El barro y el agua rodearon la sucursal de un supermercado ubicado en el kilómetro 3 y arrastraron dos viviendas en el barrio Pietrobelli, donde los automóviles registraron agua hasta el capot. Fuentes policiales reportaron que cinco personas fueron hospitalizadas con lesiones provocadas en el marco del temporal. Asimismo, los ocupantes de al menos 30 automóviles fueron rescatados cuando los vehículos eran arrastrados por el agua y barro que bajaban por los desagües del cerro Chenque, según informaron Bomberos Voluntarios de Comodoro Rivadavia.

A raíz del temporal, que hizo recordar la tormenta que provocó un alud de barro en febrero de 2010, cuando se produjeron dos muertes, se registraron daños materiales en varios barrios y cortes de energía eléctrica.