En el tradicional Tedeum por el 25 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires, el arzobispo porteño, Mario Poli, hizo un llamado a la dirigencia política a trabajar sobre el diálogo para sobrellevar los problemas del país, especialmente la situación económica, la pobreza, y la pandemia, y pidió no caer en la descalificación, ni promover "el resentimiento y la división".
"Queremos pedirles a los dirigentes de todos los sectores, auténtica capacidad de liderazgo para ejercer con nobleza la vocación política, comunicando claramente la situación en cada momento, suscitando y alentando el compromiso y el empeño de todos, dejando de lado descalificaciones y posturas que promuevan el resentimiento y la división", señaló Poli en sus palabras.
El arzobispo sostuvo: "En medio de esta segunda réplica del Covid que nos golpea a todos, los obispos expresamos nuestro deseo de salir juntos y mejores, y decimos: En la dura realidad de estos días, en la dramática extensión de la pandemia con su secuela de enfermedad y muerte, se han acentuado la pobreza, la exclusión, la falta de trabajo, así como las expresiones de un creciente enfrentamiento político". Y añadió: "Renovamos nuestra convicción de que el diálogo es el camino para afrontar juntos, como comunidad nacional, esta etapa difícil y exigente".
Asimismo, Poli recordó al general Manuel Belgrano quien por la patria "asumió servicios de grandes exigencias, pero coherente con su idea de servirla y de no anteponer ninguna mezquina ambición personal, los asumió virtuosamente".
"Su mirada amplia e inclusiva le hacía reconocer a los pueblos originarios e inmigrantes sin discriminarlos; concibió la idea de una patria plural y diversa en la forma de pensar, pero unida a la hora de decidir su rumbo que compromete a todos, con la contundente voluntad de acordar en lo esencial para el bien común. El sueño de Belgrano, de un pueblo organizado a la luz de la Carta Magna –aspiración común de los Padres de la Independencia–, y que respondiese al ideal revolucionario, después de su muerte, se desvaneció por décadas a causa de los desencuentros y enfrentamientos fratricidas, que cobró mucha sangre de argentinos entre los dos bandos irreconciliables", añadió.
En otro de los pasajes de más alto contenido político, la Iglesia señaló que "por momentos se instala la idea de un doble destino para los argentinos: fracasado o exitoso; con educación para todos o sumergidos en la ignorancia, abundancia para pocos o pobreza para muchos, exclusivo o inclusivo, cerrados al mundo o globalizado, con oportunidad para todos o solo los privilegiados. Pero escuchando el grito de libertad e independencia que recorre nuestra historia y llega hasta nosotros cada vez que la celebramos, decimos que hay un solo destino colectivo para nuestro pueblo: fraterno, solidario, con educación, salud y justicia, con igualdad de posibilidades para el acceso a la tierra, al techo y al trabajo, valorando y respetando la vida de todos".
"Si hay voluntad de acordar dialogando, podremos achicar las diferencias y estaremos más cerca de lograr ese destino común. No faltarán los valores culturales y la fe de la mayoría de las familias que apuestan al futuro con esperanza, aun en medio de privaciones y sacrificios extremos: esta es la inestimable riqueza que poseemos", remató Poli.