Buenos Aires, 11 de junio.-
Si bien puede aludirse a uno de los efectos no deseados de la crisis económica que afecta a la mayor parte de los países europeos, lo cierto es que el anuncio formal del retiro de la Embajada de Suecia en la Argentina por parte de su máxima representante, Charlotte Wrangberg, responde a un juego de fuerzas políticas domésticas.
Del lado económico, la medida se fundamenta en la decisión del Parlamento, ahora dominado por los conservadores, que son la oposición al gobierno social-demócrata, de recortar el presupuesto de gastos de la administración central en 140 millones de coronas, equivalente a unos u$s50 millones, de los cuales u$s20 M recaen sobre la cancillería.
Parece muy poco para un país que cuenta con un PBI de u$s455.800 millones, un ingreso promedio por habitante de más de u$s39.000 por año y gasta por año un total de u$s236.000 millones.
Juego de poder
"Sin duda se trata de un juego de fuerzas de la oposición", dijo a Infobae.com una embajadora con apreciable congoja por tener que abandonar un país en el que en menos de un año llegó a querer junto a su familia como si residiera desde siempre.
"Es notable la repercusión negativa que la decisión del Parlamento provocó en la prensa sueca, desde los medios conservadores, hasta los de extrema izquierda, como independientes", dijo a este medio un empresario argentino con más de 40 años de trabajo de alta gerencia en una empresa sueca.
"Semejante respuesta se explica porque la selección de las representaciones diplomáticas que se levantan no responde a estrategias comerciales, sino claramente geopolíticas, habida cuenta de que se trata de naciones como la Argentina y Vietnam que atraviesan por un ciclo de bonanza y que ofrecen enormes oportunidades de crecimiento”, confió la fuente.
De ahí que no sorprende que el Parlamento decidiera reducir a la mitad el recorte presupuestario a la mitad. Pero el gobierno respondió que "sólo se dará marcha atrás al cierre de embajadas, si se elimina el 100% de la pauta de poda del gasto", confiaron los informantes.