El Gobierno aumentará a partir del 1 de julio próximo desde 8 a 15% el nivel de retenciones que tributan las exportaciones de biodiésel, el combustible que se elabora con aceite de soja.
La decisión se adoptó mediante el decreto 486/2018 publicado ayer en el Boletín Oficial, con la firma del presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete y otros tres ministros.
La suba de los derechos de exportación al biodiésel era esperada en las últimas semanas y no está vinculada a la polémica que se desató la semana pasada sobre la posible reimplantación de ese tributo para los cereales y la interrupción del cronograma de reducción del que paga la soja.
El Gobierno ya había hecho un retoque a la estructura arancelaria del biodiésel hace varios meses, luego de las sanciones que recibió Argentina por parte del Departamento de Comercio de los EEUU, que aplicó aranceles de importación superiores al 65% a los cargamentos del biocombustible nacional, acusado de cometer dumping en dicho mercado.
La alícuota de retenciones al biodiésel había sido elevada de 0% a 8% hacia fines del año pasado y ahora se volverá a aumentar a 15% desde el 1 de julio, apuntando a reducir el amplio diferencial arancelario que existe a favor de las exportaciones de este producto y en detrimento de su materia prima, el aceite de soja, que en estos momentos tributa un 24,5% de retenciones. Esta nueva suba achica el diferencial a favor del combustible que sustituye al gasoil a unos 10 puntos porcentuales. Por dicho diferencial, considerado como un "subsidio" por los países o bloques que importaban el biocombustible producido por el complejo oleaginoso local, la Argentina también enfrentó un conflicto con la Unión Europea en 2013.