Golpeada por la sequía, la cosecha de soja finalizó sobre una superficie implantada de 18.000.000 de hectáreas y tuvo una producción total de 36.000.000 toneladas, la más baja de los últimos nueve años (en el ciclo 2008/09 se habían recolectado 32 millones de toneladas).
El rinde medio nacional reflejó la ausencia de precipitaciones durante momentos críticos. Distinto fue el panorama sobre el comienzo de la campaña, donde las reservas hídricas del perfil y los pronósticos climáticos permitían proyectar una producción de 54.000.000 de toneladas. El clima afectó a la oleaginosa desde fines de diciembre a marzo pasado con la escasez de lluvias, provocando una reducción de 18 millones de toneladas sobre el volumen inicialmente proyectado. La siembra de soja de primera se había iniciado en el centro del área agrícola con una condición de humedad que variaba entre adecuada y óptima.