La elección del intendente de Rosario el próximo 14 de junio se anticipa como una reñida confrontación entre el socialismo y el PRO, que tendrá un importante valor simbólico en el marco de las elecciones provinciales que se desarrollarán ese mismo día.

Por el caudal electoral que posee y por la cerrada pelea electoral que se espera entre el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) y el PRO, Rosario cautivará buena parte de la atención electoral, para saber si el socialismo logra mantener su poderío ininterrumpido desde 1989.

La intendenta socialista Mónica Fein buscará la reelección, un camino que sus antecesores lograron con éxito desde finales de los 80. Así ocurrió con Héctor Cavallero, Hermes Binner y Miguel Lifschitz. Para alcanzar ese objetivo tiene como adversaria a la concejal macrista Anita Martínez, quien realizó una buena performance electoral en las PASO de abril y aspira a gobernar la ciudad. La confrontación tendrá a otros tres candidatos: el justicialista Roberto Sukerman, el massista Alejandro Grandinetti y el representante del Frente de Izquierda, Edmundo Finkelstein. Fein logró imponerse en la interna del FPCyS al titular de la Coalición Cívica (CC) y actual diputado nacional, Pablo Javkin. Sin embargo, lo hizo con un alto costo.

El electorado marcó la desaprobación por la gestión y como resultado la intendenta no logró imponerse en ninguna de las 22 seccionales rosarinas. Si bien obtuvo 100.299 contra 69 mil de Javkin, suficiente para quedar consagrada como la candidata del FPCyS, quedó en la pelea individual por debajo de Martínez quien logró 127.954 votos.

Las diferencias internas en el FPCyS, la coalición que comparten socialistas, radicales, el GEN, la CC y la Democracia Progresista, obligaron a un duro trabajo para lograr una foto que represente cierta cohesión, un camino ineludible para

Fein en su objetivo para conservar los 69 mil votos de Javkin, elemento determinante para imponerse a Martínez.

Fein intentó reponerse del sacudón que le dieron las urnas, por ello se puso al frente del reclamo para el regreso a la ciudad de Gendarmería Nacional, y un punto clave para intentar moderar los efectos que provoca la inseguridad entre los rosarinos.

Por su parte, Martínez, una ex modelo y panelista de televisión, tuvo un ascenso pronunciado en la política desde que fue tentada a competir por el macrismo en 2013. Y aunque la suma de los votos del FPCyS la superó en la enorme mayoría de las seccionales -sólo ganó en una-, su cosecha de votos y la tracción que podría significarle la candidatura a gobernador de Miguel Del Sel, la ubican con expectativas de luchar por la intendencia.

Por último, para el Pro triunfar en Rosario sería un botín de gran valor para el macrismo, que lograría gobernar una ciudad estratégica, en la Región Centro.