Sólo 22 días días después del fuerte reclamo popular del 8N, el Gobierno nacional volverá a enfrentar hoy un nuevo día de protesta con el primer paro nacional en la era K que encabezarán la CGT y CTA opositoras que conducen, Hugo Moyano y Pablo Michelli. La huelga cuenta con un fuerte respaldo del campo que promete piquetes en todo el interior del país, mientras que en Buenos Aires pretenden cortar todos los ingresos a Capital Federal para asegurar el impacto de la protesta que cerrará con una marcha a Plaza de Mayo. La CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo también se plegó a la protesta.

La medida de fuerza tiene como eje varios reclamos, pero uno de los principales es exigir al Gobierno que aumente el mínimo salarial a partir del cual aplica el Impuesto a las Ganancias sobre los ingresos de los trabajadores.

El miércoles pasado la presidenta, Cristina Fernández, anunció que exceptuará del pago de este impuesto a la segunda cuota del aguinaldo que se paga en diciembre.

El anuncio fue celebrado por los sindicatos afines al Gobierno, pero para los opositores la medida tiene sabor a poco.

Gremios del sector bancario, del transporte aéreo y de carga por vía terrestre, la actividad portuaria y agropecuaria, expendedores de combustibles, médicos, recolectores de residuos, maestros, universitarios, entre otros, adhirieron a la medida. Igual, el paro tendrá distinto impacto en Capital Federal y entre las provincias porque hay distintos niveles de adhesión.

En Buenos Aires paran los trabajadores estatales, médicos, judiciales, docentes y de la administración pública en general. Por su parte, ATE realizará cortes de calles y rutas en puente Pueyrredón, en la autopista Ricchieri, la ruta 3 a la altura de La Matanza; en la autopista Buenos Aires-La Plata en Quilmes y en el acceso a Capital y distritos del interior.

Aunque los metrodelegados aseguraron que no parar, viajar en subte en Buenos será complicado.

Otro de los grandes aportes a la protesta vendrá del campo, enfrentado desde 2008 con la administración K.

Tres de la cuatro principales representaciones agropecuarias a nivel nacional se pronunciaron ayer a favor del paro y cuestionaron las ‘malas políticas‘ en el sector por parte del Gobierno nacional. Las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA), la Sociedad Rural Argentina (SRA) adhirieron a la medida de fuerza.

La postura más rígida la adoptó la federación que conduce Eduardo Buzzi, quien garantizó ‘piquetes‘ en el interior del país aunque aclaró que bloqueará a los medios de transporte ‘que tienen‘ relación con la ‘actividad económica‘ y dejará pasar a los ‘particulares‘. ‘Los piquetes en los cruces de rutas tendrán un solo sentido: tratar de persuadir, estar ahí, tener presencia, pero no cortar’, explicó.

En tanto, unos 27 mil médicos y profesionales de hospitales públicos del país nucleados en Fesprosa atenderán sólo las guardias. La medida tendrá ‘mayor fuerza‘ en las provincias de Buenos Aires, Jujuy, Salta, Tucumán, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, San Juan, Chaco y San Luis. Los profesionales participarán en los cortes y movilizaciones. En tanto, la actividad bancaria será nula ya que los bancos no abrirán ni habrá reposición de dinero en los cajeros automáticos.

Desde el Poder Ejecutivo, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, advirtió que el Gobierno no va a ‘responder a las diferentes provocaciones‘ de los manifestantes que corten los accesos a la ciudad de Buenos Aires y les atribuyó la intención de ‘generar el caos‘ y una reacción nuestra que no la van a tener‘.

En sintonía, el senador oficialista Aníbal Fernández, advirtió que podría haber una ‘denuncia penal‘ y ‘sanciones‘ ante el anuncio de que podría haber cortes de ruta y piquetes en varios puntos del país.

‘Las amenazas que he escuchado yo, no sé si no son incluso rayanas con el delito‘, porque ‘están amenazando a la gente que se pueda transportar de un lugar a otro‘, dijo Fernández.

Por su parte, el moyanismo y el barrionuevismo hicieron responsables ayer al Gobierno por ‘cualquier disturbio‘ que pudiera ocurrir hoy.