El submarino de la Armada Argentina ARA “San Juan” con fuertes vínculos con nuestra provincia desde sus comienzos, no sólo por su nombre, permanece desaparecido desde hace un poco más de dos días con 44 tripulantes a bordo, entre ellos al menos dos sanjuaninos: Cayetano Vargas de 45 años y Ricardo Gabriel Alfaro, de 37. La búsqueda del submarino ha movilizado a tres buques de la Armada y dos aviones de la Fuerza Aérea y hasta un avión de la NASA. También tiene en estado de alerta al Gobierno nacional que ya decidió instalar al frente del comando de operaciones de la Base Naval de Mar del Plata al ministro de Defensa, Oscar Aguad.
El último contacto que se tuvo con el sumergible fue cuando navegaba en la zona del Golfo San Jorge, cercano a la península de Valdez, en el sur argentino, y es buscado por aire y mar en medio de vientos de hasta 90 km por hora. Desde que se cortó la comunicación con la nave hay conmoción entre las familias de 44 tripulantes del ARA San Juan, mientras que desde la Armada, que primero intentó quitarle dramatismo a la situación, anoche decretó el estado de “búsqueda y rescate”.
En este contexto, el Comando de la Fuerza de Submarinos ha tomado contacto con los familiares de los tripulantes embarcados a los efectos de mantenerlos informados del desarrollo de las operaciones de localización y de los motivos de la pérdida de las comunicaciones.
Eliana María Krawczyk es la única mujer a bordo.
Al declararse el estado de ‘búsqueda y rescate’ (SAR) para el submarino se amplía el área de búsqueda y se intensifican los operativos para dar con la nave.
El vocero de la Armada Argentina, Enrique Balbi, afirmó ayer que ‘no hay ningún indicio que diga que el submarino se haya hundido‘, informó que hasta ahora sólo se cubrió el 15 por ciento del área de búsqueda y descartó la posibilidad de un atentado, asegurando que ‘es una falla de la que aún no sabemos la magnitud‘.
Del operativo de búsqueda participan tres unidades navales de la Armada y se está incorporando una cuarta, además de dos unidades aeronavales y un avión Hércules de la Fuerza Aérea, que está ‘a requerimiento‘ en la base de El Palomar. El avión P-3 perteneciente al programa Ice Bridge de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de los EEUU (NASA) sobrevoló la zona donde buscan al submarino ARA San Juan.
La aeronave, que se encontraba en Ushuaia porque realiza vuelos regulares a la Antártida en el marco de un proyecto científico, está equipada con aparatos de última generación y ‘seguirá colaborando en la búsqueda‘, aseguraron fuentes militares.
Enrique Balbi dijo a la prensa que también se sumaron otros dos aviones que llegarán de EEUU, mientras que también aportarán a la búsqueda países como Chile, Uruguay, Reino Unido y Sudáfrica.
Al ser consultado por la posibilidad de un atentado, el capitán de navío respondió: ‘De ninguna manera, es una falla de la que aún no sabemos la magnitud‘.
Balbi agregó que no hay indicio alguno de que el submarino se haya hundido y dijo que ‘está preparado para salir a la superficie, el tema es saber si tiene o no propulsión‘. También detalló que la nave ‘nunca activó la radiobaliza‘ y destacó que los tripulantes ‘tienen víveres al menos para 15 días más‘ de lo estipulado.
Balbi insistió en que la falta de contacto con el submarino construido en Alemania y traído al país por el capitán de fragata, el sanjuanino, Carlos Zavalla en 1985, se explica por un ‘tema de comunicación‘, cuya causa derivaría de un ‘problema en las baterías o la alimentación‘.
‘Puede pasar que esté navegando y que haya un problema eléctrico con las comunicaciones. Uno puede pensar que es un tema de alimentación porque el submarino es una máquina eléctrica que está llena de baterías, y hay que recargarlo‘, aseguró Balbi que confirmó que el último contacto con el ARA San Juan fue en la mañana del miércoles.
El vocero explicó que buscan la detección visual o por radar del submarino, ya ‘que puede estar navegando en superficie‘.
Según el protocolo de navegación, cuando fallan las comunicaciones, por un problema en la alimentación eléctrica, el submarino debe salir a la superficie; pero lo que no se sabe aún es si perdió la propulsión, por lo que se manejan dos posibilidades: que esté a la deriva o haya seguido su ruta hacia Mar del Plata.
El submarino había ido a Ushuaia para participar en un adiestramiento integrado con la flota de mar y las aeronaves de la dotación naval. Hizo una escala logística y tenía que arribar a los siete días de navegación a Mar del Plata.