Foto al paso. La obsesión con el dólar genera escenas como esta. En plena city porteña, una mujer fotografía el precio de la divisa en el cartel luminoso.

 

 

El dólar minorista avanzó ayer 41,5 centavos respecto a la víspera y cerró en 25,95 pesos para la venta, en la primera rueda tras la oficialización del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, mientras que el índice Merval de las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio sumó un alza de 4,20%, hasta los 31.444,08 puntos.

La suba del dólar fue moderada teniendo en cuenta que ayer debutaba la nueva estrategia que impuso el FMI al Banco Central de retirar la oferta diaria de 5.000 millones de dólares (blindaje) para sostener la cotización de la divisa por debajo de 25 pesos en el segmento mayorista.

El fin de esta oferta por parte de Banco Central fue uno de los anuncios que realizaron el jueves el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el presidente de la entidad monetaria, Federico Sturzenegger, en la presentación de los aspectos centrales del acuerdo cerrado entre Argentina y el FMI por 50.000 millones de dólares.

Como consecuencia de esto, el dólar subió ayer a nivel minorista y mayorista. En el primer segmento el avance fue de 41,5 centavos, en $24,99 para la compra y $25,95 para la venta, aunque durante la operatoria llegó a tocar un máximo de $26,20 para la venta al público.

También presionó al dólar en Argentina la corrida de la divisa en Brasil que ayer usó munición gruesa para sostener su moneda: anunció que usará hasta el viernes 15 contratos de cambio por 20.000 millones de dólares para frenar la caída del real.

La suba del dólar en argentina también se extendió al mercado informal donde el "dólar blue" se negoció a $26,40. En el segmento mayorista el dólar finalizó en 25,31 para la venta, con una suba de 32 centavos.

El avance de la cotización se produjo simultáneamente con una caída del volumen del 46% respecto de la jornada anterior, al sumar ayer negocios por 682 millones de dólares.

El día después de cerrado el acuerdo con el FMI expresó ayer su respaldo al "factible" y "realista" programa de ayuda financiera a Argentina, que incluye flexibilidad para elevar el gasto social, a la vez que advirtió que requerirá un "fuerte compromiso" político y de toda la sociedad argentina". "Tenemos la convicción que estas medidas que hemos discutido son factibles. Pero es claro que son medidas que requieren un fuerte compromiso político, de toda la sociedad argentina", aseguró Roberto Cardarelli, jefe de la misión del Fondo para Argentina.

Cardarelli indicó que el objetivo es eliminar algunos desequilibrios macroeconómicos, particularmente el fiscal, pero también monetario, por ejemplo, la reforma de la carta orgánica del Banco Central y una mayor independencia de dicha institución.

Por su parte, Alejandro Werner, director del Fondo para América latina, recalcó que las medidas establecidas de déficit fiscal e inflación son "realistas" y "viables", y valoró como "oportuna" la decisión del gobierno de Mauricio Macri de solicitar la asistencia ante "el ajuste en las condiciones financieras internacionales".
 

 

Macri, entre Quebec y la tarta en TV

El presidente Mauricio Macri viajó anoche rumbo a Canadá para participar como observador de la Cumbre del G7, a la que fue invitado por el primer ministro de ese país, Justin Trudeau, y mantener una reunión bilateral con la directora del FMI, Christine Lagarde, tras haber alcanzado un acuerdo de crédito con el organismo por 50 mil millones de dólares. La agenda presidencial incluirá además reuniones bilaterales con la canciller alemana Ángela Merkel y el anfitrión Justin Trudeau, informaron fuentes oficiales.

Macri partió a las 20, junto a su esposa Juliana Awada, y arribará al Aeropuerto Internacional Jean-Lesage, de Quebec, hoy, y mantendrá contactos con algunos de los líderes del G7, que se reunirán en la ciudad de Charlevoix, a poco más de 100 km de Quebec.

Ayer, Macri aprovechó el envión que le produjo el acuerdo con el FMI y se animó a zanjar la grieta que se había producido con el programa Cocineros Argentinos que este año está en su octavo temporada en la TV Pública. Con la ayuda de su mujer, Juliana Awada, que fue la verdadera protagonista en la escena, grabó con Guillermo Calabrese y Pedro Lambertini un tramo del programa que será emitido el domingo.

Por lo que trascendió, Awada -junto a los cocineros- preparó una tarta con verduras de la huerta que cultiva en Olivos, explicó alguno de sus secretos de cocina y mostró el clima de distensión que se vive en la familia presidencial. "Mauricio la miraba embobado", dijo una persona de la producción.