Actividades presidenciales. Además de participar en la jornada organizada por Coninagro, el presidente Mauricio Macri se reunió con representantes del Episcopado (foto).

 

En un encuentro con representantes agropecuarios, el presidente Mauricio Macri dijo ayer que apoyaría un futuro gobierno de cualquiera que resultara electo este año. Además, sostuvo que "estaría bueno que los otros también lo digan".

El jefe de Estado habló durante el cierre de la jornada "El Campo y la Política IV", organizada por la entidad cooperativa agropecuaria Coninagro, en la Universidad Católica Argentina (UCA), en Puerto Madero, ciudad de Buenos Aires.

Mientras hablaba de la necesidad de sostener algunas reformas iniciadas por su gestión, aseguró que si le toca ser "oposición" apoyará algunas medidas del próximo gobierno. 

Mientras hablaba del objetivo de derrotar la inflación y de que el país crezca, afirmó: "En esta campaña es central que se diga cómo vamos a lograr estas cosas para que finalmente el que gane esté comprometido en apoyar al otro. Yo estoy convencido. Si nos toca estar en la oposición, vamos a apoyar estas cosas porque creemos. Y lo más importante para nosotros es ayudar a que este país salga adelante. Pero también estaría bueno que los otros digan en "estas cosas estamos de acuerdo", "es así cómo las vamos a lograr", porque estos últimos cuatro años han sido frustrantes en estos aspectos. Si nos toca ser oposición, vamos a apoyar las cosas que están bien. Para nosotros lo más importante es que los argentinos estén mejor".

De esa manera, el jefe de Estado se planteó por primera vez la posibilidad de perder las elecciones. Macri dijo ayer, al criticar al kirchnerismo, que "tuvieron dos gobiernos de destrucción presupuestaria, y ahora ponen como eje el equilibrio fiscal" en su plataforma electoral. Consideró que entre 2011 y 2015 se produjo la "mayor desindustrialización" del país, cuando se cortó el crédito y la Argentina "se cerró" al resto del mundo.

Al comenzar su diálogo abierto, Macri repitió que se hace "responsable" de la derrota en las elecciones primarias del 11 de agosto, y reiteró que "entendió el mensaje" de las urnas, al tiempo que sostuvo que su misión es que "el proceso electoral (de cara a las elecciones del 27 de octubre) no dañe al ciudadano".

El presidente reconoció que "en lo económico estamos en una situación compleja", y aseguró que "tres años y medio para resolver los problemas económicos que hace décadas no se resuelven no han sido suficientes, no hemos podido, pero ya hay bases para lograrlo".

Para Macri, la "inflación de agosto será del 3 coma algo". "Este golpe que nos dimos de vuelta, otro dólar, otra inflación. Cuando íbamos al 1,8 (por ciento) de inflación, va a ser 3 coma algo en agosto", consideró el mandatario nacional.

Y pidió a los partidos políticos que se presentarán en las elecciones del 27 de agosto que digan "cómo" se hace para salir de la crisis económica, porque "es lo que queremos todos".

Un día después de que 13 gobernadores de la oposición presentaran un recurso en la Corte Suprema para suspender la baja de impuestos que anunció el Gobierno tras la derrota, Macri pidió "salir de la especulación política y la ventajita" por el bien del país.

También consideró que los argentinos "tenemos que debatir en qué país queremos vivir, bajo qué reglas y bajo qué tipo de convivencia", tras considerar que su gestión alcanzó "un espacio de libertad, tranquilidad y seguridad para poder expresar coincidencias y disidencias".

Además resaltó que su gestión priorizó el "diálogo" con todos los sectores económicos, y ejemplificó que "hay 55 mesas de productividad en la que están involucrados muchos actores de todos los niveles".

Con el Episcopado
 

El presidente Mauricio Macri recibió ayer en la Casa Rosada a la conducción del Episcopado, encabezada por el obispo Oscar Ojea. En ese encuentro, pidió la colaboración de la Iglesia para "ayudar a la cohesión social", esperando además que "el proceso electoral no afecte a los más necesitados".