Alfonso Severo, quien desapareció por casi 24 horas cuando tenía que declarar en el juicio por el crimen de Ferreyra, aseguró ayer a la Justicia que durante su cautiverio estuvo tirado en el piso de una furgoneta, cerca de las vías del tren, y que no vio a sus secuestradores, pero que uno de ellos le dijo ‘buchón, no declares‘ y le advirtió que ‘ni la Presidenta te va a salvar‘. Además aseguró que lo que le ocurrió fue porque ‘tienen miedo de lo que voy a hablar‘ en el juicio y añadió: ‘Acá, de lo de Mariano, hay mucha gente que tiene miedo‘, y aseguró que cuando hable revelará detalles que no brindó en la instrucción.
Mientras tanto, sin pistas ciertas sobre quiénes se lo llevaron y con algunas sospechas de un posible ‘autosecuestro‘, el Gobierno salió a vincular el episodio con la intención del Grupo Clarín de evitar la aplicación de la Ley de Medios, aunque el propio perjudicado lo desmintió confundido: ‘¿Con la Ley de Medios? No entiendo, no conozco nada de eso, no sé qué es‘.
Por parte del Gobierno, quien habló fue el ministro de Justicia, Julio Alak, y pidió profundizar las palabras formuladas anoche por Severo cuando al ser liberado dijo que su secuestro era un ‘mensaje‘ para la presidenta. ‘La aseveración de Severo de que este secuestro que él sufrió el jueves es para perjudicar a la presidenta, hay que investigarla, porque está denunciando un hecho gravísimo. Confirma que se está creando una suerte de situación institucional delicada para amedrentar a la presidenta, para amedrentar al Gobierno y al Parlamento para que no avance en un acto decisivo como es dar por cumplido el 7 de diciembre el proceso de desinversión‘ del ‘multimedio Clarín‘.
Severo, que anoche habló con la prensa en su casa, dijo que lo interceptaron hombres en moto, lo golpearon y lo metieron a una furgoneta donde lo taparon para que no viera nada, y que escuchó tres voces que, por momentos, le decían que era un ‘buchón‘, que no se metiera con los ferroviarios. Por último, dijo que de ‘la única forma para que no vaya a declarar es que esté muerto’.

