Luego de que el gobierno de Formosa decidiera regresar a fase 1 por la aparición de 17 nuevos casos de COVID-19, la gente salió a las calles a manifestarse en contra de la medida tomada por el gobernador Insfrán y varios de ellos resultaron heridos por parte de la policía.
Si bien las protestas comenzaron ayer por la noche en la puerta de la gobernación, este mediodía la situación se puso más tensa con la aparición de los efectivos de seguridad; que intentaron que los manifestantes depusieran su actitud con palazos, balas de gomas y gases lacrimógenos.
En el enfrentamientos, varios jóvenes y mujeres resultaron heridos y subieron sus fotos a las redes sociales para denunciar esa brutal represión. “Los comerciantes queremos trabajar sin restricciones. Nos cortan el horario y tenemos que cerrar a las 21. No nos dejan trabajar tranquilos”, dijo a TN una mujer. “Hacen lo que quieren. Los comerciantes no tenemos sueldo fijo. Si no vendemos, no tenemos plata. No vivimos del Estado ni de planes”, se indignó mientras detrás de ella se observaba una batalla campal.
Sin hacer lugar al reclamo de los formoseños, el gobernador Insfrán justificó la medida y defendió las políticas aplicadas en Formosa para enfrentar al coronavirus, a pesar de que muchos lo acusan de violar los derechos humanos con las restricciones impuestas. “Es la que tiene la menor cantidad de casos y de fallecidos en todo el país”, remarcó.
“Es una medida excesiva”, se quejaron los manifestantes ante la prohibición de la circulación de los medios de transportes públicos y la paralización de la justicia, quienes se agolparon frente al edificio provincial y se defendieron arrojando piedras y huevazos.
De acuerdo a las restricciones, quedaron suspendidas todas las actividades de flexibilización que estaban vigentes (cerraron nuevamente los locales comerciales que no sean esenciales), así como los certificados de circulación. En tanto, aquellas personas que se desempeñen en actividades esenciales deberán volver a tramitarlo.
“Están tirando con perdigones, no con balas de goma”, declaró un comerciante gastronómico en diálogo. Y agregó: “El abuso de poder y el maltrato que hay es increíble, ya no se puede más”.
La decisión oficial se tomó en medio de la polémica que envuelve al gobierno de Gildo Infrán a raíz de los operativos sanitarios ordenados por las autoridades, que no cumplirían con el respeto por los derechos humanos.
En este marco, la semana pasada, la Corte Suprema de Justicia emplazó al gobernador a que informe si sigue funcionando el centro deportivo adonde eran enviados los ciudadanos de Formosa sospechosos de tener COVID-19 y sus contactos estrechos y si existen más establecimientos como ese. También exhortó a la provincia a llevar un protocolo anticontagios respetando la Constitución Nacional.