El presidente Alberto Fernández promulgó ayer en Casa Rosada, junto al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, la Ley Alivio Fiscal para Pequeños Contribuyentes y Autónomos.
Luego de un fin de semana agitado por la salida del exministro de Economía Martín Guzmán, el Presidente retomó ayer por la tarde su agenda pública y volvió a mostrarse públicamente con Massa, uno de los impulsores del alivio fiscal.
Si bien se había planificado un acto en el Museo del Bicentenario, finalmente la promulgación solo fue una foto en el despacho presidencial junto a Massa y diputados oficialistas como el titular del bloque del Frente de Todos Germán Martínez.
La ley consiste, por una parte, en ampliar los topes de facturación para cada una de las categorías del monotributo (para que los contribuyentes del régimen simplificado no tengan que pagar una alícuota más alta debido a la inflación) y, por otra parte, en modificar las deducciones especiales al Impuesto a las Ganancias de autónomos para elevar el mínimo no imponible de ese tributo.
Massa estaba muy enojado porque el Presidente no le dio lo que quería. Tras un fin de semana de negociaciones, Massa parecía estar a un paso de liderar el gabinete de Alberto Fernández y de copar para sí todas las áreas económicas: Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP,) Banco Central y Ministerio de Economía. Pero a último momento se supo que la única novedad sería el nombre de Silvina Batakis, en reemplazo de Guzmán. ‘Cada uno en su lugar’, dijo ayer por la mañana el actual jefe de Gabinete argentino, Juan Manzur.