Expertos en medicina forense determinaron ayer que los restos óseos que habían sido hallados en un segundo rastrillaje en el río Tragadero, en el marco de la causa por el crimen de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia, no son humanos, afirmaron fuentes judiciales.
Eso fue lo que confirmaron los expertos del Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCiF). Este es el segundo resultado adverso que reciben los investigadores judiciales, ya que la semana pasada, los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) informaron que no pudieron extraer ADN de los restos óseos encontrados en el primer rastrillaje junto al dije de Cecilia, porque estaban ‘en estado de carbonización a calcinados’.
Los voceros añadieron que resta determinar si la sangre hallada en la caja de la camioneta de César Sena (esposo de la desaparecida) era de Cecilia, como así también analizar los resultados de los celulares de los involucrados y el reconocimiento de la billetera y la SUBE de la víctima.
Según los fiscales, la joven fue asesinada entre las 12.13 y las 13.01 en una de las habitaciones de la casa de los Sena, aparentemente por estrangulamiento, en momentos en que se hallaba junto a César Sena, y sus padres, Emerenciano Sena y Marcela Acuña.
Su cuerpo habría sido trasladado por Gustavo Obregón (colaborador de la familia Sena) y César envuelto en una frazada a bordo de una camioneta Toyota Hilux hasta la chanchería propiedad de los principales imputados, donde habría sido calcinada. Finalmente, sus restos habrían sido esparcidos en distintos sectores, entre ellos junto a una de las márgenes del río Tragadero, que linda con la chanchería de los Sena.