Según los resultados de un trabajo llevado a cabo por un grupo de especialistas del Hospital Italiano de Buenos Aires, en los últimos 11 años se triplicó la prevalencia de la alergia a la proteína de leche de vaca (APLV). Mientras que en 2004 era del 0,4 por ciento, hacia fines de 2014 ese valor habría triplicado. 

La investigación forma parte de las presentaciones que se realizaron en las "VII Jornadas Latinoamericanas de Alergia en Pediatría’ durante el 40mo Congreso Anual de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (Aaaeic), que se llevó a cabo en Buenos Aires el último fin de semana.

"Contar con esta información es muy importante para mejorar la educación, las estrategias de prevención y el diseño de políticas alimentarias", indicó Claudio Parisi, especialista en Alergia e Inmunología, presidente de la Aaaeic y uno de los investigadores que participó del estudio.

La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es la alergia alimentaria más frecuente en lactantes y niños pequeños, y, como su propio nombre lo indica, se origina en una reacción inmunológica a una o más de las proteínas a la leche de vaca.

"El incremento observado podría atribuirse a mejor capacidad diagnostica, cambios en el estilo de vida, aumento de las cesáreas y del uso de antibióticos, que han alterado la microbiota intestinal, sumado a la predisposición genética", añadió Marina Orsi, gastroenteróloga pediatra, Jefe de Gastroenterología Pediátrica del Hospital Italiano de Buenos Aires, quien también participó de la investigación. 

El tratamiento de la APLV se inicia con la llamada "dieta de exclusión", que consiste en retirar de la dieta del lactante la leche de vaca y todos sus derivados. "Para que los niños con APLV no presenten déficit nutricionales deben utilizarse fórmulas especiales que de acuerdo a la severidad podrán ser desde hidrolizados extensos o aminoácidos.

Afortunadamente, desde febrero de este año la cobertura de estas fórmulas especiales se extendió más allá del año de vida, garantizada por la ley de leches medicamentosas (ley nacional N¦ 27.305)", subrayó Romina Mehaudy, gastroenteróloga pediatra del Servicio de Gastroenterología del Hospital Italiano. 

Claudio Parisi, jefe del Servicio de Clínica Pediátrica Sección Alergia del Hospital Italiano de Bs. As. destaca que los lactantes con APLV pueden tener síntomas muy variados, en su debut, como por ejemplo deposiciones con moco y sangre, rechazo del alimento, llanto y cólico inconsolables, con mala progresión de peso. 

Por otro lado, Orsi destacó que la tolerancia se adquiere recién a partir del año de vida en el mayor porcentaje de niños, aunque un menor grupo persiste hasta los 3 a 5 años con esta problemática. 
Existe una hipótesis con gran consenso médico respecto al beneficio del parto vaginal versus la cesárea ya que al pasar por el canal del parto se coloniza con una microbiota más saludable y protectora de ese bebé.
 
 

Cómo se hizo el estudio
 

Para realizar el trabajo, se eligió como criterio de inclusión a todos los niños que nacieron en el Hospital Italiano y pertenecían al programa médico del mismo y, como criterio de exclusión, a los pacientes que nacieron en el mismo centro pero no pertenecientes al programa en el periodo estudiado.

Así, desde el 1 de enero de 2004 hasta el 31 de diciembre de 2014 se revisaron las historias clínicas electrónicas de 14.710 niños, que representaron el total de los nacimientos durante el período que duró la investigación.

"Los resultados del estudio mostraron en los casos que presentaron APLV, predominancia femenina en un 55,2% y de 3,6 meses promedio de edad diagnóstica, con una edad mínima de un mes y máxima de 11 meses.

Además, el 55,8% de los bebés nacieron por cesárea. El síntoma de inicio más frecuente fueron las deposiciones con sangre en 4 de cada 10 niños (41,4%)", aseguró Parisi.

Dentro de las alergias alimentarias, la APLV es la más frecuente en menores de 5 años, principalmente porque la proteína de la leche de vaca suele ser la primera proteína a la cual se exponen los bebés alimentados con lactancia materna exclusiva o con la propia leche de vaca.