Mientras la extrema sequía causó la mortandad de miles de cabezas de ganado, pérdidas de cosechas, y dejó secos cauces de arroyos y lagunas en Santa Fe, la pronunciada bajante del río Paraná está causando estragos en la reproducción de especies ictícolas, afirmaron hoy organizaciones ecologistas.
La prolongada ausencia de lluvias en toda la provincia es una situación de "extrema gravedad", según lo definió recientemente el ministro de la Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna.
Si bien el funcionario admitió no tener cifras precisas sobre la mortandad de animales, estimó que al menos "unas 3 mil cabezas de ganado" ya se perdieron por la extrema sequía en el norte santafesino.
Un claro testimonio de la situación fue reflejado en diario La Nación. "Tengo 50 años, vine acá toda la vida y nunca lo había visto así", dijo Georges Breitschmitt, productor agropecuario sobre el río Rojas, una importante vertiente de agua en la zona.
El productor compartió algunas fotos del río en las redes sociales y las comparó con imágenes que había tomado en 2021. La diferencia está a la vista. De un gran caudal se pasó a un lugar seco.