Ya lo decía el viejo y querido Roberto Galán, en su programa suceso de los ‘90, , mientras se tocaba el nudo de la corbata con gesto endulzado. Aquí ‘Se ha formado una pareja‘, entre dos partidos con historias diferentes, pero con necesidades complementarias.
El PRO
Surgido hace menos de 10 años, alrededor de la figura de Mauricio Macri, y en un proceso de consolidación y rápido crecimiento. Tiene una figura fuerte y convocante, el propio jefe de Gobierno porteño, que ha acrecentado sus niveles de apoyo de manera sustancial en El último año, y que ha logrado ubicarse como uno de los grandes contendientes por el sillón de Rivadavia. Sin embargo el PRO aun no está en condiciones de competir en igualdad de condiciones con estructuras de muchas décadas de consolidación y de fuerte raigambre, como la del Partido Justicialista.
La UCR
Del otro lado la UCR, partido centenario, con una enorme capilaridad territorial, pero con fuertes problemas para la generación de figuras competitivas a nivel nacional, desde el estrepitoso final de la Alianza en 2001.
Lo cierto es que desde ese momento, la UCR ha debido hacer acrobacias para presentarse en elecciones nacionales sin desmembrarse.
En 2003 obtuvo el 2% con su candidato Leopoldo Moreau. En 2007, ante la escisión de los llamados ‘radicales K‘, la UCR oficial colocó al candidato a vice de Lavagna, Gerardo Morales, obteniendo menos de 17 puntos. Ya en 2011, en alianza con De Narvaez, obtuvo solo 11 puntos. Todas estas elecciones mostraron a un radicalismo incapaz de hacer una elección competitiva para volver al poder.
De cara a 2015, fueron muchos los pretendientes ansiosos de sumar su importante, aunque diezmada, estructura territorial. Así, participó en el frente UNEN, para luego explotar en pedazos hace poco. También coqueteó con Massa, tejiendo más de 10 acuerdos en diferentes provincias, para ir deshaciendo de a uno. Lo mismo hizo con Macri, sobre todo a través del mendocino Ernesto Sanz lo que se coronó en un acuerdo político con el resultado de la Convención Radical.
Ganancias
La UCR logra ubicarse dentro de una propuesta electoral con opciones de triunfo. Las primarias de ese espacio, que en caso de darse serían entre Macri, Sanz y Carrió, tienen como final anunciado la victoria de Macri. Pero, aun derrotados en las primarias, la UCR puede obtener buenos lugares en las listas de legisladores nacionales y provinciales, y un candidato a presidente competitivo, para sostener los cargos ejecutivos con los que cuenta.
El PRO obtiene la estructura que tanto necesita en cada ciudad y en cada pueblo para presentar una opción sólida, sobre todo ante la debilidad del Frente Renovador en ese ítem.
Buenos dividendos políticos para ambos, aunque no exentos de peligros
Los peligros
La Convención dejó heridos internos de peso en el radicalismo (Cobos, Morales, Alfonsín, y parte de la Juventud Radical, entre otros) y una franja del electorado radical asociado al progresismo fuera de juego. Habrá que ver si se disciplinan o patean el tablero
Al mismo tiempo, cualquier acuerdo electoral corre el peligro de ser asociado con la fallida Alianza. Aunque todos los partidos políticos y coaliciones de gobierno son construcciones históricas, la memoria reciente marca que será un espacio comunicacional a atender, y un flanco débil que seguramente utilizarán sus rivales.
Convivir en el mismo espacio con Terminator Carrió será también un desafío para ambas fuerzas ya que, como dijimos hace tiempo, la mayor virtud de doña Elisa es la de destruir lo que construye.
Los efectos hacia afuera
El principal perjudicado es Massa que viene sufriendo una serie de derrotas estratégicas Lole Reutemann, la UCR, el apoyo explícito de varios empresarios a Macri, y las fugas que está sufriendo hacia el PRO y el FpV, motivadas por El estancamiento de la candidatura del tigrense.
Estas corrientes, o climas, son los que van configurando el escenario en el que se llevará adelante la contienda electoral. Podemos decir que en la mayoría de las elecciones, la etapa de la arquitectura electoral es tan importante como la campaña misma. Es en esta etapa en la que está fallando el Frente Renovador, y en la que el PRO obtiene sustanciales ventajas. Scioli tiene otros desafíos, como resolver la interna y su relación con CFK, por eso la lucha por sumar estructuras es una pelea entre Massa y Macri. Y en esa pelea Macri va ganando.
Por eso podemos decir que ‘Se ha formado una pareja‘ entre el PRO y la UCR, y que hay motivos para El festejo en ambos partidos. En esta fiesta de compromiso la lista de invitados es larga, pero hasta ahora no figura Sergio Massa. ¿Se perderá la fiesta?

