El cura párroco de la localidad entrerriana de Lucas González, Juan Diego Escobar Gaviria, sobre el que pesaba una orden de captura nacional e internacional por el presunto delito de abusos cometidos contra menores, se entregó voluntariamente, confirmaron ayer sus abogados defensores.
El cura, que se había ausentado del lugar donde ejerce su tarea pastoral y se desconocía su paradero, se encontraba realizando un retiro espiritual en la ciudad santafesina de Rosario, dijeron sus defensores. Según lo adelantado, el cura se entregó voluntariamente en la ciudad de Nogoyá, a más de 100 kilómetros al este de la capital entrerriana y ayer permanecía alojado en la Jefatura Departamental de Policía a la espera de ser indagado por el juez de Garantías y de Transición de esa ciudad, Gustavo Acosta.
La causa se inició el viernes pasado cuando dos monjas denunciaron al cura ante el defensor oficial de la justicia de Nogoyá, Oscar Eduardo Rossi. Según las fuentes, las víctimas del cura tienen entre 11 y 12 años y eran encerradas por éste en dependencias de la iglesia para cometer los abusos.
El sacerdote colombiano, que asegura que no tiene parentesco con el jefe narco fallecido Pablo Escobar Gaviria, pese a que lleva el mismo apellido y nació en 1958 en Medellín como uno de sus hermanos que fue asesinado, se puso a disposición de la justicia en la noche del martes pasado, pero no realizó declaraciones.
