Buenos Aires, 20 de enero.- Un total de 918 casos por falsificación de documentos de identidad fueron denunciados en Argentina en 2009, a razón de uno cada diez horas, según datos de la Fiscalía de Estado.
El informe fue difundido en momentos en que se calcula que el Registro Nacional de las Personas repone cada año 1,5 millones de documentos de identidad que han sido perdidos o están deteriorados, cifra que equivale al 40 por ciento de su producción anual.
Grupos delictivos se dedican a falsificar el documento nacional de identidad (DNI) para abrir cuentas bancarias, alquilar locales e incluso tomar créditos personales.
Para conseguir un crédito es necesario también un recibo de sueldo y los datos laborales de la persona, que los ladrones obtienen por medio de bases de datos ilegales que circulan por Internet así como en las redes sociales, según informes de la Fiscalía de Estado.
Este fue el caso de Carlos Lusensky, de 38 años, que perdió su empleo tras recibir una serie de reclamaciones por deudas ajenas en diversos comercios, que ascendían a 10.000 pesos (unos 2.610 dólares) de un crédito que habían sacado a su nombre en una cadena de electrodomésticos, publicó hoy el diario Clarín.
El periódico, que cita las estadísticas oficiales sobre robo de identidad, cita además el caso de Hernán Guardia, un jubilado de 70 años, quien declaró haberse convertido "en un muerto civil" hace trece años, cuando delincuentes usaron falsos documentos suyos para emitir cheques y contraer deudas en cinco bancos.
Aún hoy, el Fisco le sigue reclamando deudas por impuestos a la patente de un automóvil que compró su "otro yo".
Las autoridades esperan que los sistemas de seguridad que llevan ahora los nuevos DNI reduzcan el número de falsificaciones.
