Lejos del duelo de votos celestes y verdes que todos se imaginaban, con suspenso y final electrizante en la votación, el Senado de la Nación le puso freno anoche a la ley para legalizar el aborto en Argentina al menos hasta el año que viene.
La suerte de un debate histórico en la democracia argentina, que movilizó a favor y en contra a toda la sociedad, se definió pasada la madrugada de hoy y sin sobresaltos: Como anticipaban los números, la postura a favor de las "Dos Vidas" logró sumar el voto de 38 senadores, mientras los partidarios de la legalización cosecharon 31. Hubo dos abstenciones y una ausencia como también se preveía.
En el medio, una marea humana con pañuelos celestes y verdes, resistió hasta la lluvia frente al Congreso en una maratónica vigilia.
Los tres senadores por San Juan votaron en contra del proyecto, es decir, a favor de las "Dos Vidas": Los peronistas Rubén Uñac y Cristina López de Abarca, y el representante de Cambiemos, Roberto Basualdo. Cristina Fernández votó a favor.
Con este veredicto de rechazo de la Cámara Alta, el proyecto de ley para despenalizar el aborto que contaba con la media sanción de Diputados, quedó fuera de juego. Ahora habrá que esperar al menos hasta el comienzo del nuevo año parlamentario para insistir con esta iniciativa ya sea tal como fue aprobada por la Cámara Baja o con los cambios que reclamaban varios senadores para que finalmente el Congreso la convierta en ley.
Otra de las alternativas para reflotar el proyecto surgió ayer de la mano del diputado de Cambiemos, Daniel Lipovetzky, quien afirmó que, en el caso de que el Senado no aprobara la ley, lo que finalmente ocurrió, una de las posibilidades que se barajan es la de proponer una "consulta popular vinculante". También el Gobierno analiza "despenalizar" a la mujer por el aborto en casos especiales en la reforma del Código Penal -ver página 19-.
La sesión en el Senado comenzó poco después de las 10,30. Quien abrió el debate en el recinto fue el senador oficialista Mario Fiad, presidente de la comisión de Salud, quien expresó su negativa al proyecto y advirtió que "el derecho a la vida está por convertirse en el más débil de los derechos".
Sostuvo además que el proyecto es "claramente violatorio de la Constitución Nacional" y los tratados internacionales suscritos por Argentina.
Por su parte, el presidente de la comisión de Justicia y Asuntos Penales, el opositor Pedro Guastavino, se mostró a favor de la iniciativa para combatir la clandestinidad "que pone en riesgo la vida" de las mujeres que abortan.
Por su parte, el senador oficialista, Esteban Bullrich, argumentó que el aborto "no va a ser menos trágico porque se haga en un quirófano". "Va a ser igual de trágico y va a dejar el mismo dolor. Aspiremos a más. No me resigno a que el aborto es la única solución", concluyó.
Al cierre del debate, ya con los números cantados, el mayor impulsor del "Sí", el jefe del bloque justicialista, Miguel Angel Pichetto, reconoció: "El No al aborto legal gana esta noche, pero el futuro no les pertenece". Y prometió que más temprano que tarde habrá aborto legal.
El proyecto, que por años fue impulsado sin éxito por fuerzas de izquierda y grupos feministas, comenzó a tratarse en el Congreso este año luego de que el presidente Mauricio Macri habilitara el debate al dejar en libertad de acción a los parlamentarios de Cambiemos. Así se abrió un debate que acentuó la grieta entre los argentinos y dividió aún más las aguas entre el Gobierno, la Iglesia y el mismo Vaticano.
También trascendió fronteras y colocó al país en el punto de mira con movilizaciones en distintos países y opiniones de figuras públicas tanto a favor como en contra.
La iniciativa caída garantiza el aborto legal y gratuito dentro de las 14 semanas de gestación "con el sólo requerimiento de la mujer".
Más allá de la semana 14 de gestación, el aborto se garantizaba para el caso de que el embarazo haya sido producto de una violación, en caso que estuviera en riesgo la vida o salud de la mujer o si se diagnosticara la inviabilidad de vida extrauterina del feto.
El proyecto permitirá la objeción de conciencia de los profesionales de salud, pero no de las instituciones médicas que se nieguen a practicar abortos.
¿500.000 abortos?
Uno de los principales argumentos de quienes apoyan que el aborto sea "seguro, legal y gratuito" es que en Argentina se producen supuestamente unos 500.000 abortos clandestinos al año, una cifra que han objetado numerosos especialistas que comparecieron al Senado.