Santino, el bebé prematuro que había sido dado por muerto en un hospital de la localidad bonaerense de Pilar, sufría ayer al mediodía una ‘infección bacteriana‘ que obligaba a someterlo a ‘transfusiones de sangre‘ y a suministrarle ‘medicación‘, por lo que su estado de salud era complicado.

El bebé, que continúa internado en el Hospital Materno Infantil Comodoro Meisner, de Derqui (Buenos Aires), iba a ser revisado por un médico del establecimiento pediátrico Garrahan, para determinar si ‘está en condiciones‘ de ser derivado a ese centro de alta complejidad de la Capital Federal, indicó Gregorio Dalbón, abogado de la familia del recién nacido.

‘Sufrió una infección bacteriana que la están combatiendo con transfusiones de sangre y medicación‘, dijo Dalbón y agregó que, ‘al tener tan poco peso‘, ese tratamiento ‘le está comiendo los glóbulos rojos y eso hace que padezca una baja de oxígeno cerebral que está dañando neurológicamente a la criatura, cuya vida pende de un hilo‘.

El abogado adelantó que ‘un médico del Garrahan, en las próximas horas, revisará a Santino para ver si está en condiciones de ser trasladado a ese hospital de alta complejidad, ya que los profesionales que lo tratan en Derqui aún no autorizan la derivación‘.

Dalbón detalló que Gisele Franco, madre de Santino, vio ‘demasiado quieto‘ a su hijo, al tiempo que precisó que Santino pesaba ‘700 gramos‘. El bebe nació el 18 de noviembre último con casi 600 gramos y la médica ginecóloga que lo atendió en la guardia del hospital Sanguinetti de Pilar, le dijo a la paciente que había sufrido ‘complicaciones‘ producto de las cuales Santino había ‘muerto‘, denunció Dalbón, quien demandó por presunta ‘mala praxis‘ a la profesional.

Franco quedó en estado de shock y su madre, Viviana, quien la aguardaba fuera del centro asistencial, preguntó por su nieto y también le manifestaron que había fallecido, según la denuncia. Pero ella no se quedó tranquila y pidió verlo, y ‘la médica sacó de abajo de una mesada una chata de plástico blanca, que estaba en le piso tapada con un trapo verde‘, donde permanecía su nieto, con apenas 25 semanas de gestación, relató la mujer. Según contó Viviana, unos mínimos movimientos del bebé la alertaron y se dio cuenta de que ‘estaba vivo‘.